Con las elecciones europeas a la vuelta de la esquina, Europa se enfrenta a desafíos que exigen un frente unido y una acción audaz. Pero las promesas de Ursula von der Leyen de una acción rápida y decisiva han fracasado: después de cinco largos años, lo único que tenemos son respuestas lentas que nos dejaron con ganas de más, escribe Marie-Agnes Strack-Zimmermann.
Marie-Agnes Strack-Zimmermann es la principal candidata del Partido ALDE (Alianza de los Demócratas y Liberales por Europa) en las próximas elecciones europeas. Es miembro del Bundestag alemán y presidenta de su Comité de Defensa, en representación del liberal Partido Democrático Libre (FDP).
Para ser honesto, el historial de von der Leyen no es precisamente inspirador. Ya fue lenta en sus días de gobierno alemán, y su período al frente de la Comisión Europea se siente como más de lo mismo. Y no lo olvidemos: su ascenso al poder fue producto de la suerte y de acuerdos entre bastidores, más que una elección deliberada del pueblo.
En 2019, nos vendieron un sueño de progreso e innovación con von der Leyen a la cabeza. ¿Pero qué obtuvimos? Más trámites burocráticos y burocracia, más palabras vacías y más decepciones.
Dijo que apoyaría a las pequeñas empresas, pero sienten que las han dejado al margen.
Habló mucho sobre la protección de la democracia y los derechos humanos, pero cuando las cosas llegaron, miró para otro lado, especialmente en los países liderados por el PPE como Grecia.
Quería permitir avances tecnológicos, pero en cambio está subsidiando los rezagos tecnológicos a través de subsidios estatales.
Prometió que las elecciones de este año serían verdaderamente europeas, pero ni siquiera se presenta a la carrera.
Muchas cosas pueden cambiar en cinco años. Sólo durante este mandato hemos visto guerras, una pandemia global y una crisis energética. Pero las promesas vacías han sido las más ruidosas de todas.
Ahora es nuestro momento de cambiar las cosas. Los liberales, centristas y demócratas no sólo luchan por una Europa mejor; Estamos luchando por una Europa que prospere. Eso significa prosperidad que llegue a todos los europeos, un compromiso con una vida más sostenible que abarque las nuevas tecnologías.
Estamos luchando por una Europa segura y democrática. Eso significa mejorar nuestros sistemas de defensa y seguridad, tanto en línea como fuera de línea, y fortalecer nuestra economía.
Y estamos luchando para recuperar la confianza de los ciudadanos cumpliendo nuestras promesas. Eso significa escuchar a la gente y darles voz y voto sobre cómo se gestiona Europa, crear instituciones más fuertes y transparentes, eliminar los vetos y defender el Estado de derecho. Porque, al fin y al cabo, Europa nos pertenece a todos.
El legado de von der Leyen será de oportunidades perdidas, promesas incumplidas y profunda decepción. Pero estamos listos para arremangarnos y ponernos a trabajar.
Queremos líderes que superen los desafíos. Líderes que defienden lo que es correcto, incluso cuando es difícil. Y lo más importante, líderes que no tengan miedo de soñar en grande y hacerlos realidad.
Entonces, hagamos esto. Renovemos Europa ahora y construyamos un futuro mejor para todos nosotros.