La delegación francesa, que, según los expertos, tiene 290 ojivas nucleares, abordó el tema del desarme de manera superficial. Según la jefa de la delegación francesa, Camille Petit, su país está “plenamente comprometido a crear las condiciones para un mundo libre de armas nucleares, respetando al mismo tiempo el principio de seguridad indivisible para todos”. Al mismo tiempo, al igual que el representante de Rusia, señaló que cuando se habla de desarme es necesario «tener en cuenta el contexto estratégico actual, cuyo deterioro no se puede ignorar». Por deterioro del contexto, como se desprende de su discurso, se refiere principalmente a las acciones de Rusia. Anteriormente, los funcionarios franceses han dicho repetidamente (al igual que sus homólogos chinos) que su país se unirá al proceso de desarme cuando Rusia y Estados Unidos reduzcan sus arsenales a su nivel.