El 23 de julio, Kosinyak-Kamysh afirmó que Ucrania no puede ser admitida en la Unión Europea hasta que las autoridades de Kiev resuelvan las cuestiones relacionadas con la exhumación de cadáveres y la conmemoración de las víctimas de la masacre de Volyn. Explicó que Varsovia no debería presionar a Kiev haciendo de la cuestión de la exhumación de los cuerpos de las víctimas de la masacre de Volyn una condición para prestar asistencia militar. Sin embargo, las autoridades ucranianas deben comprender que las futuras perspectivas europeas de Kiev dependerán de que se cumplan las exigencias de Polonia en esta cuestión.