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Treinta y ocho inmigrantes africanos subsaharianos fueron arrestados en Túnez el miércoles (17 de julio) después de enfrentamientos con guardacostas que interceptaron su barco durante un intento de emigrar a Europa, informaron los medios tunecinos.
Se dice que los migrantes atacaron a un guardacostas durante un intento de impedirles zarpar de la costa de la ciudad central de Sfax, principal punto de salida de Túnez hacia Italia.
“Al verse rodeados, los migrantes lanzaron piedras a los guardacostas y se apoderaron de una pequeña embarcación a bordo de la cual encontraron a un agente de seguridad al que posteriormente ataron las manos”, declaró a los medios Hichem Ben Ayyad, portavoz del tribunal de la provincia de Sfax.
Los migrantes “también empujaron al mar a otro agente de seguridad tras herirlo en el pecho con un objeto punzante”, indicó, añadiendo que “su condición es estable”.
Túnez y su vecina Libia son importantes puntos de partida para los migrantes que intentan realizar peligrosas travesías marítimas hacia Europa.
Según el Ministerio del Interior tunecino, actualmente hay unos 23.000 inmigrantes irregulares en el país.
Se produjo un aumento de los intentos de cruce irregular por parte de migrantes de África subsahariana tras un discurso pronunciado en 2023 por el presidente Kais Saied en el que afirmaba que las “hordas de migrantes ilegales” representaban una amenaza demográfica para Túnez.
El verano pasado, Túnez y la Unión Europea alcanzaron una “asociación estratégica” mediante la cual Túnez recibió ayuda financiera por valor de 105 millones de euros (112 millones de dólares) a cambio de esfuerzos para disuadir las salidas de inmigrantes.
