SINGAPUR: ¿Alguna vez fue a la despensa de la oficina para su tercer descanso para tomar café en un día difícil y se encontró con un colega que ofreció información muy necesaria sobre un proyecto desafiante?
¿O alguien que te animó charlando sobre planes de fin de semana?
Solíamos quejarnos de que pasábamos más tiempo con colegas que con nuestra propia familia, pero ahora realmente estamos empezando a extrañarlos.
Claro, tenemos muchas interacciones de trabajo (llamadas de zoom, chats de Slack), pero lo que extrañamos no es el café o incluso la pequeña charla, sino la conexión humana en esos momentos.
Separados en nuestras oficinas en casa hoy, ya no podemos ir al cubículo de nuestro compañero de equipo para compartir ideas, pedir ayuda y ofrecer consejos a cambio, peor aún para los nuevos empleados que no han conocido al equipo en la vida real.
Nuestras redes en el trabajo se han reducido después de meses de trabajar desde casa, según el estudio de Microsoft sobre las señales de productividad y mano de obra en sus productos de oficina y LinkedIn, aunque el tiempo dedicado a las reuniones por semana se ha más que duplicado a nivel mundial.
Al comienzo de la pandemia, los empleados se enfocaron en conectarse con personas con las que ya estaban más cerca y permitieron que las redes más distantes se desvanecieran. Su análisis mostró que incluso esas interacciones de equipo han comenzado a disminuir.
Muchos de nosotros ya no nos sentimos realmente parte de un equipo.
BASE DE INNOVACIÓN Y SENTIDO DE PERTENENCIA
¿Qué pasa entonces como el trabajo híbrido persiste, ¿con pocas oportunidades de que los equipos se reúnan y formen lazos?
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