El Partido Popular Europeo (PPE) ha expresado su preocupación por la seguridad de la decisión de Hungría de aliviar las restricciones de visado para los ciudadanos rusos y bielorrusos, por temor a que pueda alimentar el espionaje en la UE, según una carta vista por Reuters el martes (30 de julio).
Manfred Weber, presidente del partido de centroderecha PPE, ha escrito al jefe del Consejo Europeo, Charles Michel, para decirle que las nuevas normas húngaras podrían “crear graves lagunas para actividades de espionaje… lo que supone un grave riesgo para la seguridad nacional”.
“Esta política también podría facilitar a los rusos moverse por el espacio Schengen (sin fronteras), eludiendo las restricciones exigidas por la legislación de la UE”, dijo Weber en su carta.
La carta fue reportada primero por el Financial Times.
La oficina de Michel no hizo comentarios sobre la carta, que pone de relieve las tensiones entre las instituciones de la UE y Hungría, actual titular de la presidencia rotatoria del bloque, mientras busca mantener lazos cordiales con Rusia a pesar de la guerra en Ucrania.
Un portavoz de la Comisión Europea dijo que se pondría en contacto con Hungría respecto a las nuevas reglas y que Budapest estaba obligado a verificar si cumplían con las regulaciones de Schengen.
Hungría ha ampliado este mes su programa de inmigración con la denominada “tarjeta nacional” para incluir a ciudadanos rusos y bielorrusos, entre otros. El titular de esta tarjeta puede trabajar en Hungría sin necesidad de una autorización de seguridad y traer a su familia al país. Su validez es de dos años, pero puede prorrogarse.
Oficialmente, el titular de la tarjeta no es un trabajador invitado y, por lo tanto, tampoco aparece en las estadísticas ni en las diferentes cuotas nacionales.
El ministro de Asuntos Exteriores de Hungría, Péter Szijjártó, dijo en un comunicado publicado en su página de Facebook el martes por la noche que “los ciudadanos rusos y bielorrusos todavía necesitan una visa para ingresar a Hungría y este es el área Schengen”.
Szijjártó añadió que los permisos de residencia para ciudadanos rusos y bielorrusos deberán ser autorizados por las autoridades pertinentes.
La decisión de Hungría sobre la visa se produjo un año después de que Estados Unidos impusiera sanciones a tres altos funcionarios del Banco Internacional de Inversiones, un banco controlado por Rusia en Budapest: dos rusos y un húngaro.
Los empleados del banco gozaban de plena inmunidad diplomática y podían viajar libremente por la UE. Bajo presión estadounidense, Hungría se retiró del IIB, pero expresó su frustración por tener que hacerlo.
Este mes, el primer ministro húngaro, Viktor Orbán, que asumió la presidencia semestral de la UE el 1 de julio, enfureció a sus socios de la UE al visitar Moscú para discutir un posible acuerdo de paz en Ucrania con el presidente ruso, Vladimir Putin.
Orbán ha criticado duramente la ayuda militar occidental a Ucrania.