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Estados Unidos ha llegado a acuerdos de culpabilidad en su tribunal militar de la Bahía de Guantánamo con tres acusados de conspirar en los ataques terroristas del 11 de septiembre de 2001, después de años de disputas legales y controversias.
Se espera que Khaled Sheikh Mohammed, Walid Muhammad Salih Mubarak Bin Attash y Mustafa Ahmed Adam al Hawsawi eviten el juicio, pero no se revelaron los términos exactos de sus declaraciones, que fueron anunciadas por el Pentágono el miércoles.
Los tres acusados fueron acusados junto con Ali Abdul Aziz Ali y Ramzi Bin al Shibh. Están detenidos por Estados Unidos desde hace más de dos décadas.
Mohammed fue acusado de orquestar los ataques del 11 de septiembre por al Qaedaincluido el plan de atacar edificios con aviones comerciales secuestrados, mientras que los demás supuestamente desempeñaron papeles financieros u organizativos.
Los atacantes estrellaron aviones contra el World Trade Center en Nueva York, el Pentágono y un campo en Pensilvania, matando a casi 3.000 personas y alterando profundamente la seguridad nacional y Política exterior de Estados Unidos.
Un abogado de Mohammed no respondió inmediatamente a las solicitudes de comentarios.
Mohammed se crió en Kuwait y se educó en Estados Unidos. Fue capturado por Estados Unidos en Pakistán en 2003 y dijo al ejército estadounidense que él estaba detrás de los ataques del 11 de septiembre. La CIA admitió que lo sometieron a ahogamiento (una forma de tortura) durante el interrogatorio.
Las comisiones militares de Guantánamo fueron creadas por el gobierno de George W. Bush para juzgar a sospechosos de terrorismo extranjeros tras los ataques del 11 de septiembre, y fueron continuadas por los gobiernos posteriores. Los intentos de Barack Obama de cerrarlas durante su presidencia fracasaron.
Los tres acusados se declararán culpables a cambio de evitar un largo juicio que podría haberles conducido a la pena de muerte. Están acusados de delitos como terrorismo, conspiración para cometer actos terroristas y asesinato en violación de las leyes de la guerra. Antes de ser trasladados a la base militar estadounidense de Guantánamo, los acusados estuvieron recluidos en prisiones secretas por la CIA.
Los procedimientos se han visto empañados por una controversia jurídica y ética sobre la duración de la detención de los acusados sin juicio y sobre los casos de tortura. Los casos se han estancado en la fase previa al juicio, en parte debido a si el gobierno estadounidense estaba presentando pruebas obtenidas mediante tortura. Los acuerdos de culpabilidad también evitaron la posibilidad de que las confesiones fundamentales para el caso del gobierno pudieran ser desechadas por haber sido obtenidas ilegalmente.
Información adicional de Felicia Schwartz y Stefania Palma en Washington y Joe Miller en Nueva York