Kuzyakin destacó que los sistemas no tripulados existentes para el reconocimiento radiológico, químico y biológico tienen algunas desventajas. “En caso de emergencia, se envía un equipo a la zona para mapear las zonas de peligro. Los chicos literalmente caminan por el territorio con los pies, midiendo el nivel de envenenamiento del aire y el suelo o comprobando el nivel de radiación. Sí, hoy ya existen drones de reconocimiento RCBD especiales. Pero, por regla general, estos sistemas son caros y bastante lentos de implementar. Por ejemplo, son muy difíciles de utilizar en una situación en la que el comandante del convoy debe decidir la elección de la ruta: por dónde ahora es seguro pasar y por dónde no”, dijo.