El ministro de Asuntos Exteriores sueco, Tobias Billström, abrió la puerta a nuevas sanciones de la UE contra empresas chinas, acusadas de eludir las sanciones de la UE contra Rusia y exportar mercancías al país a través de terceros países.
“Con sus acciones, China está facilitando la guerra de Rusia en Ucrania”, dijo Billström en un entrevista al importante periódico sueco Dagens Nyheter el lunes (5 de agosto).
“Para poner fin a la agresión rusa es importante reflexionar sobre las sanciones económicas que ha introducido la UE. Lamentablemente, hemos visto que algunos productos occidentales llegan a Rusia a través de terceros países que no han impuesto sanciones. Esto se aplica, por ejemplo, a China”, afirmó Billström.
Según el ministro de Asuntos Exteriores sueco, los informes de la OTAN muestran que el 80% del material que Rusia necesita para su esfuerzo bélico pasa por China o proviene de China, lo que va en contra de las sanciones de la UE contra las empresas que apoyan el esfuerzo bélico ruso en Ucrania.
“Suecia ha apoyado estas medidas contra los actores chinos y debemos seguir revisando cómo funcionan los regímenes de sanciones de la UE para garantizar que tengan el mayor efecto posible”, dijo Billström.
Cuando se le preguntó sobre el aumento de las sanciones contra las empresas chinas, dijo que no descartaba tal escenario.
“No descarto que sea necesario adoptar medidas adicionales. Suecia trabaja activamente para asegurar que se taponen todos los agujeros posibles en la red de sanciones que ya se han establecido”.
Retórica agudizada
Los comentarios del ministro de Asuntos Exteriores sueco llegan en un momento de intensificación de la retórica contra China, particularmente desde la cumbre de la OTAN en julio en Washington, donde las declaraciones acordadas consistieron en amenazas de acciones contra China, si no dejaba de vender productos que Rusia necesitaba para su industria militar.
“China no puede permitir la mayor guerra en la historia moderna de Europa sin que ello afecte negativamente a sus intereses y reputación”, escribieron los jefes de Estado y de Gobierno de los 32 estados miembros en la declaración de la reunión.
Estados Unidos ya tiene una serie de sanciones y aranceles punitivos contra China, mientras que los países europeos de la OTAN han hecho menos.
En junio, la UE decidió aplicar un nuevo paquete de sanciones contra las empresas que apoyan el esfuerzo bélico ruso. De las 61 nuevas empresas incluidas en la lista de empresas con las que está prohibido hacer negocios dentro de la UE, 19 son chinas.
Sin embargo, un obstáculo potencial para la introducción de sanciones es que el primer ministro húngaro, Viktor Orban, cuyo país ocupa actualmente la presidencia rotatoria de la UE, visitó China en julio sin la aprobación de sus homólogos europeos.
Cuando se le preguntó si a Hungría le gustaría que se impusieran más sanciones económicas a China, Billström fue categórico en su respuesta.
“Suecia se toma muy en serio cualquier situación en la que la parte húngara pueda estar intentando socavar o modificar los regímenes de sanciones que se han establecido. No lo aceptaremos, pero nos opondremos a ello”, afirmó.
Respecto del riesgo de una guerra comercial si más empresas chinas se ven sometidas a sanciones, Billstrom enfatizó que ningún país se beneficiaría de una guerra comercial, pero al mismo tiempo admitió que la relación comercial con China se ha vuelto más desafiante.
Según Suecia estrategia de seguridad nacionalChina es considerada una amenaza para la seguridad nacional del país. Además de facilitar la guerra en Ucrania, los servicios de seguridad suecos identificaron a Pekín como uno de los principales actores que realizan actividades de inteligencia y que amenazan la seguridad en Suecia.
Los comentarios del ministro también se producen en medio de preocupaciones más generales sobre la elusión de sanciones a través de otros países.
Uno informe Un estudio publicado a principios de este año por la Escuela de Gestión IÉSEG, con sede en Lille (Francia), concluyó que las sanciones de la UE a Rusia han sido “eludidas masivamente” a través de Kirguistán, Kazajstán y Turquía, entre otras naciones de Asia occidental y central.
[Edited by Rajnish Singh]