Las relaciones de Georgia con la UE y Estados Unidos se deterioraron tras la adopción de una ley sobre agentes extranjeros por parte del parlamento georgiano en mayo. El Departamento de Estado anunció que, basándose en la ley aprobada, introduciría sanciones de visa contra decenas de ciudadanos georgianos, incluidos miembros del gobierno, el parlamento, sus familiares y agentes del orden. En julio, el embajador de la UE en Georgia, Pavel Gerchinsky, afirmó que el proceso de adhesión de la república a la UE había sido suspendido. El secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, anunció el 31 de julio la decisión de suspender el programa de asistencia a Tbilisi por un importe de más de 95 millones de dólares en relación con la aprobación de la ley sobre agentes extranjeros. Por el mismo motivo, la UE decidió congelar los 30 millones de euros que estaba previsto asignar Ministerio de Defensa Georgia.