La Agencia Nacional de Emergencias y Protección Civil de Portugal (ANEPC) enviará 60 personas más para ayudar a combatir el incendio forestal que arrasa la Región Autónoma de Madeira durante una semana, confirmó el miércoles una fuente oficial de la organización.
Según el mismo fuenteEl refuerzo de medios para combatir los incendios en Madeira partirá hoy a las 14.30 horas desde el continente en un avión KC-390 de la Fuerza Aérea y estará liderado por el segundo comandante subregional para el oeste, Rodolfo Batista.
El contingente también incluye 29 bomberos de la Fuerza Especial de Protección Civil (FEPC), 15 bomberos voluntarios de la Región de la Gran Lisboa y 15 militares de la Unidad de Protección y Asistencia de Emergencias (UEPS) de la Guardia Nacional.
La solicitud de un nuevo refuerzo de los medios operativos para combatir el incendio fue anunciada el miércoles por la mañana por el presidente del Servicio Regional de Protección Civil, António Nunes, con una dotación inicial de 45 personas. Esto sucede al envío del primer contingente de la ANEPC, compuesto por 76 personas, que partió el sábado hacia Madeira.
En un comunicado difundido más tarde el miércoles, la Secretaría Regional de Salud y Protección Civil de Madeira dijo que el refuerzo fue solicitado esta mañana «después de una reunión informativa con la Fuerza Especial de Protección Civil» y «en vista de la evolución del incendio».
En el comunicado, el Gobierno regional también informó que el secretario de Salud y Protección Civil, Pedro Ramos, y el presidente del Servicio Regional de Protección Civil, António Nunes, “están sobre el terreno monitoreando las operaciones de extinción del incendio”.
“A primera hora de la mañana se reunió con los equipos del Servicio Regional de Protección Civil y luego se dirigió a Achadas do Teixeira y Pico do Areeiro. El equipo permanece activo en el terreno para detener el avance del incendio”, se lee en la nota.
El incendio rural en la isla de Madeira se inició hace una semana, el 14 de agosto, en las montañas del municipio de Ribeira Brava y se extendió gradualmente a las freguesías de Câmara de Lobos, Ponta do Sol y, vía Pico Ruivo, Santana.
En estos ocho días, las autoridades han ordenado a casi 200 personas que abandonen sus casas como medida de precaución y han habilitado refugios públicos, pero muchos residentes ya han regresado, a excepción de Fajã das Galinhas, en Câmara de Lobos.
Al principio, los bomberos tuvieron que hacer frente a las altas temperaturas y los vientos, que ahora han remitido, pero no se ha informado de que se hayan destruido viviendas o infraestructuras vitales.
Algunos bomberos han recibido asistencia por agotamiento y heridas leves, pero no ha habido otras víctimas.
Los datos del Sistema Europeo de Información sobre Incendios Forestales, facilitados por el presidente del Servicio Regional de Protección Civil, António Nunes, indican que hasta el mediodía de este martes se habían quemado casi 4.393 hectáreas.
La policía judicial investiga las causas del incendio, pero el presidente del ejecutivo madeirense, Miguel Albuquerque, afirma que fue un incendio provocado.
(João Godinho | Lusa.pt)