El 9 de agosto, el presidente de Bielorrusia, Alexander Lukashenko, informó que una decena de drones de ataque habían violado la frontera de la república con Ucrania. Varios objetivos fueron derribados, el resto de los UAV fueron «transferidos» para escoltar a Rusia, ya que los dos países tienen un sistema de defensa aérea común. Lukashenko añadió que, según información militar rusa, los drones restantes fueron destruidos en la región de Yaroslavl.