BEIJING: El desarrollador inmobiliario chino Vanke anunció pérdidas significativas en el primer semestre el viernes (30 de agosto), mientras las empresas inmobiliarias locales enfrentan una crisis que afecta a toda la industria, agravada por la disminución de las ventas de viviendas en una economía lenta.
Vanke fue el segundo mayor desarrollador inmobiliario en China el año pasado en términos de ventas, según la firma especializada CRIC.
La compañía reportó pérdidas netas de 9.900 millones de yuanes (1.400 millones de dólares) en el primer semestre del año que finalizó el 30 de junio, según una presentación a la Bolsa de Valores de Hong Kong el viernes.
La cantidad fue superior a las estimaciones realizadas por el grupo el mes pasado, que predijo una pérdida neta de entre 7 y 9 mil millones de yuanes.
«Tomará tiempo recuperar la confianza de los residentes a la hora de comprar viviendas», afirmó la compañía en el documento.
Vanke registró un beneficio neto de 9.900 millones de yuanes durante el mismo período de 2023 a pesar de enfrentarse a vientos económicos adversos.
La empresa es en parte propiedad del gobierno de la ciudad de Shenzhen, en el sur de China, lo que en su día se consideró una garantía de su solidez.
El mercado inmobiliario de China se enfrenta a desafíos sin precedentes, con algunos desarrolladores al borde de la quiebra y precios inmobiliarios más bajos que disuaden a los consumidores de realizar inversiones en un contexto de desaceleración económica.
La agencia de calificación Moody’s volvió a rebajar este mes la calificación crediticia de Vanke en un nivel a B1, lo que significa que era «altamente especulativa».
Los reveses convierten a Vanke en el último desarrollador chino en verse atrapado en una crisis creciente dentro del sector inmobiliario, después de Evergrande y Country Garden.
La industria, que experimentó dos décadas de crecimiento meteórico a medida que aumentaban los niveles de vida en toda China, había representado durante mucho tiempo más de una cuarta parte del PIB del país.
En un intento por reactivar la actividad, las autoridades han introducido diversas medidas de incentivo y han hecho anuncios de apoyo estatal.
Pero hasta ahora esos esfuerzos han tenido poco impacto en el sector en crisis.
Las principales ciudades de China experimentaron otra caída en los precios inmobiliarios en julio, lo que indica que la demanda sigue siendo débil.