Detienen en Rusia a dos militares colombianos que regresaron de Ucrania durante escala en Caracas
Dos soldados colombianos que lucharon junto a las fuerzas ucranianas contra Rusia fueron capturados en Moscú tras una misteriosa desaparición durante su viaje a casa. José Arón Medina Aranda y Alexander Ante, que fueron vistos por última vez en Caracas el 18 de julio tras aterrizar desde Madrid, han aparecido en un vídeo que los muestra detenidos en Rusia, donde se les acusa de ser mercenarios.
Los dos militares, oriundos del Cauca (Colombia), habían pasado entre ocho y diez meses combatiendo en Ucrania antes de emprender el viaje de regreso el 18 de julio, comenzando con un vuelo de Varsovia a Madrid. Desde allí, Medina envió un vídeo a su esposa, vestida con uniforme militar y preparándose para la siguiente etapa del viaje a Caracas. Horas después, compartió su geolocalización desde el aeropuerto de la capital venezolana. Esa fue la última vez que sus familiares tuvieron contacto con ellos. Su vuelo a Bogotá estaba programado para el 19 de julio, pero nunca abordaron.
Los gobiernos de Rusia y Venezuela son aliados cercanos, y el presidente Vladimir Putin es uno de los pocos líderes que ha reconocido la reelección de Nicolás Maduro tras los comicios del 28 de julio, cuya legitimidad ha sido cuestionada por gran parte de la comunidad internacional.
Los dos soldados colombianos, cuya desaparición en Caracas (Venezuela) habíamos denunciado desde el 18 de julio, ahora aparecen en una cárcel de Rusia. @CancilleriaCol debe responder por qué no ha hecho algo por los derechos de estos dos connacionales. imagen.twitter.com/fXGmJvNXBR
— José Jaime Uscátegui (@jjUscategui) 30 de agosto de 2024
La preocupación aumentó cuando las familias de Medina y Ante perdieron contacto con ellos, lo que les impulsó a buscar ayuda del Ministerio de Relaciones Exteriores de Colombia. El 25 de julio, la embajada de Colombia en Caracas envió una carta al Ministerio de Relaciones Exteriores de Venezuela preguntando si los dos soldados habían sido detenidos por alguna autoridad venezolana. La solicitud de la embajada para obtener acceso consular, en caso de que los soldados estuvieran bajo custodia, recibió una respuesta vaga el 5 de agosto, indicando que la solicitud había sido remitida a la autoridad nacional pertinente, sin proporcionar más detalles.
La situación se tornó más alarmante cuando, el 15 de agosto, la Cancillería colombiana confirmó que aún se esperaba una respuesta de las autoridades venezolanas, sin que se reportaran avances. Finalmente, el viernes surgieron videos que muestran a Medina y Ante detenidos en Moscú. En los videos, que fueron autentificados por las familias de los soldados, se ve a los hombres bajo la custodia de personal militar ruso, indicando sus nombres e identificando el batallón ucraniano con el que combatieron. Las imágenes también muestran sus documentos personales, incluyendo tarjetas de identificación, libretas militares, licencias de conducir y tarjetas bancarias.
El congresista colombiano José Jaime Uscátegui, un crítico abierto del gobierno del presidente Gustavo Petro, compartió el video en las redes sociales y acusó al Ministerio de Relaciones Exteriores de Colombia de descuidar los derechos de estos dos ciudadanos colombianos. Uscátegui, conocido por su fuerte oposición a la administración de Petro, ha exigido una acción más decisiva del gobierno para lograr la liberación de los soldados.
La captura de estos militares pone de relieve la compleja y peligrosa situación que enfrentan los combatientes extranjeros en Ucrania, en particular los colombianos que, curtidos en uno de los conflictos armados más prolongados del mundo, se han sumado a la lucha contra Rusia. Ucrania, necesitada de refuerzos debido a la intensidad de la guerra, ha dado la bienvenida a combatientes extranjeros, entre ellos muchos colombianos. Según la periodista Catalina Gómez Ángel, que ha informado ampliamente desde Ucrania, el número de combatientes colombianos ha crecido, facilitado por reglas de reclutamiento más flexibles y la distribución de información a través de grupos de WhatsApp entre exmilitares.
Este incidente también arroja luz sobre la postura ambigua del gobierno colombiano sobre la invasión rusa a Ucrania. El presidente Petro ha evitado en general criticar directamente a Rusia, y a menudo ha pedido un “acuerdo de paz” entre las dos naciones sin reconocer al agresor. Sin embargo, Petro condenó a Rusia hace un año después de un ataque a un restaurante en Kramatorsk, Ucrania, en el que resultaron heridos ciudadanos colombianos, entre ellos el ex Comisionado de Paz Sergio Jaramillo y el escritor Héctor Abad Faciolince. El ataque, que resultó en la muerte de la escritora ucraniana Victoria Amelina, provocó críticas poco comunes de Petro, quien acusó a Rusia de violar las reglas de la guerra.
En junio, Petro demostró aún más su renuencia a involucrarse en el conflicto al cancelar su participación en una cumbre de paz en Suiza, donde se esperaba que se reuniera con el presidente ucraniano Volodymyr Zelensky. Petro citó la alineación de la conferencia con la guerra como su razón para la decisión abrupta, enfatizando que Colombia y la mayor parte de América Latina no apoyan la prolongación del conflicto.