PyE
Alemania anunció que reanudó el traslado en avión de criminales convictos de nacionalidad afgana a su país de origen el viernes (30 de agosto), días antes de las elecciones regionales alemanas en las que la migración es un tema de campaña.
Berlín dejó de devolver personas a Afganistán por preocupaciones sobre derechos humanos después de que los talibanes tomaron el poder en 2021.
La presión sobre el gobierno de coalición ha aumentado para revertir esa suspensión después de un apuñalamiento fatal vinculado al Estado Islámico en un festival de la ciudad hace una semana y otro ataque con cuchillo en junio cuando un hombre afgano mató a un policía alemán.
El gobierno, que el jueves presentó un paquete de medidas para endurecer la política de asilo y acelerar las deportaciones, tiene en mente las elecciones del domingo en los estados federados de Sajonia y Turingia, en el este del país. El partido de ultraderecha Alternativa para Alemania (AfD) lidera las encuestas con su postura antiinmigratoria.
Negociaciones secretas mediadas por Qatar
La revista Spiegel fue la primera en informar que un vuelo con destino a Kabul despegó desde Leipzig la mañana del viernes con 28 criminales convictos a bordo después de meses de negociaciones secretas con el mediador Qatar.
«He anunciado que también deportaremos a criminales a Afganistán. Lo hemos preparado con mucho cuidado, sin hablar mucho de ello», dijo el viernes el canciller Olaf Scholz en una conferencia de prensa en una mina de Sajonia.
El vicecanciller Robert Habeck dijo a Reuters que el derecho de asilo en Alemania debe permanecer intacto.
En un comunicado, el gobierno agradeció a los “socios regionales clave” por su apoyo y dijo que estaba trabajando para realizar más deportaciones. No mencionó los nombres de los socios.
El canal insignia de Qatar, Al Jazeera TV, citó el sábado por la mañana a un funcionario del Ministerio de Asuntos Exteriores de Qatar diciendo que Doha facilitó las negociaciones entre Alemania y los talibanes de Afganistán para ayudar a los afganos a regresar a su país basándose en su estatus legal.
La fuente citada dijo que el papel de Qatar se basó en una solicitud de Alemania y después de que los talibanes aceptaran dicha solicitud.
«Los esfuerzos de Doha son parte de su papel para facilitar la comunicación entre el gobierno afgano y la comunidad internacional», dijo la fuente, citada por Al Jazeera.
Negociar directamente con los talibanes, algunos de cuyos funcionarios están sujetos a sanciones internacionales, es problemático.
ProAsyl, una ONG alemana que ofrece asistencia jurídica y práctica a los solicitantes de asilo, dijo que la deportación del viernes podría convertirse en parte de una normalización irresponsable del régimen talibán.
“Esta es una declaración de quiebra del estado constitucional”, dijo Tareq Alaows, portavoz de políticas de refugiados de ProAsyl, en un comunicado.
Un portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores alemán dijo el viernes que el gobierno no normalizaría las relaciones con los talibanes y que la deportación no era un paso para hacerlo.
Además de Afganistán, Berlín también está trabajando en la deportación a Siria de personas que han cometido delitos graves o son consideradas amenazas terroristas.
En Alemania también se han prohibido las deportaciones a Siria, pero en julio un tribunal de la ciudad occidental de Münster dictaminó que ya no veía ningún peligro general de guerra civil para los solicitantes de asilo procedentes de Siria.
El número de solicitantes de asilo en Alemania cayó un 19,7% en los primeros siete meses de 2024 en comparación con el año anterior, a 140.783 solicitudes, y los grupos más grandes de solicitantes procedieron de Siria, 44.191 solicitudes, y Afganistán, 22.698 solicitudes.
En 2018, una parte de la opinión pública alemana se opuso a las deportaciones después de que el ministro del Interior alemán anunciara que había deportado a 69 afganos el día de su 69º cumpleaños. Uno de ellos, un refugiado afgano de 23 años, se suicidó al llegar a Kabul.
