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Las acciones asiáticas y los futuros de acciones globales cayeron el miércoles (4 de septiembre), liderados por una fuerte caída en los nombres tecnológicos y porque las preocupaciones sobre las perspectivas de crecimiento global alejaron a los inversores de los activos de riesgo, mientras que los precios del petróleo alcanzaron mínimos de varios meses.
Los índices bursátiles de referencia en Tokio y Taipei lideraron la caída en Asia, cayendo cada uno más de un 3 por ciento, mientras que el índice MSCI más amplio de acciones de Asia-Pacífico fuera de Japón bajó un 1,8 por ciento.
Septiembre ha sido históricamente un mal mes para las acciones, aunque los analistas señalaron una confluencia de factores detrás de la caída, incluidos los tibios datos manufactureros de EE. UU.
«La volatilidad obviamente está aumentando», dijo Jason Teh, director de inversiones de Vertium Asset Management. «Tuvimos un primer indicio a principios de agosto… anoche tuvimos este catalizador macroeconómico (y) el mercado está preocupado por una mayor desaceleración económica».
Wall Street cerró con una fuerte baja el martes después de que Estados Unidos regresara de un feriado a principios de semana, con la empresa favorita de IA, Nvidia, cayendo un récord de 279 mil millones de dólares mientras los inversores controlaban su entusiasmo por la inteligencia artificial.
El miércoles, la caída se extendió a las acciones tecnológicas de Asia: el fabricante japonés de equipos de prueba de chips Advantest, proveedor de Nvidia, cayó un 7 por ciento, la taiwanesa TSMC cayó más del 5 por ciento y la surcoreana SK Hynix se desplomó un 7,7 por ciento.
Mientras tanto, los futuros de las acciones estadounidenses extendieron sus caídas. Los futuros del S&P 500 bajaron un 0,55 por ciento, mientras que los futuros del Nasdaq perdieron un 0,74 por ciento.
Los futuros del EUROSTOXX 50 cayeron más de un 1 por ciento y los futuros del FTSE cayeron un 0,75 por ciento.
«Hubo muchas culpas para repartir: Nvidia, tecnología, puntos débiles en los datos de EE.UU., pesimismo en China», dijo Vishnu Varathan, jefe de investigación macro para Asia excluyendo Japón en Mizuho Bank.
Datos recientes de China apuntan a una economía que aún está luchando por lograr una recuperación sólida, lo que genera pedidos de mayor estímulo por parte de Beijing.
Las preocupaciones por las perspectivas de desaceleración en China -el mayor importador de petróleo del mundo- y los temores de una desaceleración global han exacerbado aún más la caída de los precios del petróleo debido a las expectativas de un debilitamiento de la demanda.
Los futuros del crudo Brent tocaron fondo el miércoles en 73,14 dólares el barril, mientras que el crudo estadounidense tocó un mínimo de 69,72 dólares, ambos sus niveles más bajos desde diciembre. Habían caído casi un 5 por ciento en la sesión anterior.
Por otra parte, las acciones en Hong Kong cayeron en línea con sus pares regionales: el índice Hang Seng cayó un 1,2 por ciento.
El índice blue chips CSI300 de China perdió un 0,4 por ciento, mientras que el Nikkei de Japón cotizó un 3,86 por ciento menos.
VOLCADO DE DATOS
Esta semana se publicarán una serie de datos económicos de EE.UU., incluidas cifras sobre vacantes de empleo, solicitudes de desempleo y el informe de nóminas no agrícolas, que se seguirá de cerca y se publicará el viernes.
Dado el enfoque de la Reserva Federal en el mercado laboral, la publicación del viernes podría decidir si el recorte de tasas esperado este mes será regular o de gran tamaño.
«Creemos que los temores sobre el crecimiento de EE.UU. son exagerados y esperamos un sólido informe de nóminas el viernes», dijo Alex Loo, estratega macro y de divisas de TD Securities.
Los economistas encuestados por Reuters esperan que la economía estadounidense haya añadido 160.000 puestos de trabajo en agosto, un repunte respecto del aumento de 114.000 de julio.
Antes de las publicaciones, los movimientos en las monedas y los bonos del Tesoro estadounidense fueron menos dramáticos que los observados en las acciones, aunque las monedas de refugio seguro como el dólar y el yen se vieron impulsadas por las ofertas de seguridad.
El yen subió un 0,2 por ciento y se situó en 145,15 por dólar, mientras que el repunte del billete verde alejó al euro de su máximo de 13 meses. La moneda común cotizaba por última vez a 1,1057 dólares estadounidenses.
El dólar australiano estuvo a la defensiva, cayendo un 0,12 por ciento a 0,67035 dólares estadounidenses, presionado aún más por la debilidad de los precios de las materias primas y porque los datos del miércoles mostraron que la economía de Australia se mantuvo estancada en el carril lento el último trimestre.
El rendimiento de los bonos del Tesoro estadounidense a 10 años de referencia cayó casi dos puntos básicos a 3,8253 por ciento, mientras que el rendimiento a dos años cayó más de tres puntos básicos a 3,8528 por ciento.
Entre las materias primas, el oro al contado subió un 0,11 por ciento a 2.495,66 dólares la onza.
