Por fin, el presidente Emmanuel Macron eligió al ex negociador de la UE para el Brexit y candidato presidencial francés Michel Barnier para convertirse en primer ministro de Francia el jueves (5 de septiembre).
Después de 60 días sin que surgiera una mayoría política clara de las elecciones legislativas anticipadas, y ante las dudas sobre quién puede tomar el control de un panorama político tan fragmentado, Macron anunció el jueves que se había decidido por Barnier.
«El presidente de la República ha nombrado a Michel Barnier como primer ministro y le ha encomendado la misión de formar un gobierno unido al servicio del país y del pueblo francés», se lee en un comunicado del Palacio del Elíseo.
El anuncio pone fin a una saga política que vio varios nombres propuesto para el puesto máximo, filtrado estratégicamente por el Elíseo para probar las reacciones populares.
Ahora le corresponderá a Barnier formar un gobierno capaz de realizar dos tareas difíciles: sobrevivir a una moción de censura y establecer un conjunto de prioridades políticas que agrade a los partidos de ambos partidos.
Figura emblemática del partido de derecha Les Républicains (LR) desde hace mucho tiempo, ha ocupado una serie de importantes puestos políticos tanto en Francia, como ministro de Agricultura y Asuntos Exteriores en la década de 2000, y como comisario europeo de Mercado Interior y Servicios (2010-2014).
Conocido por su comportamiento serio y de la vieja escuela, también se presentó a las primarias presidenciales del LR de 2021, quedando tercero con el 23% de los votos del partido.
Se espera que su nombramiento provoque reacciones en los círculos políticos europeos y del Reino Unido, donde era más conocido como el principal negociador de la UE de los acuerdos del Brexit.
En un Entrevista exclusiva En febrero, Barnier criticó a la extrema derecha europea, en una entrevista con Euractiv, por no haber “aprendido las lecciones del Brexit”.
Se mostró especialmente crítico con el Partido Nacional (RN), el partido que ahora puede decidir el destino de Barnier en una moción de censura, al que acusó de querer abandonar la UE.