Sudán del Sur, la nación más joven del mundo, que surgió tras décadas de guerra civil, alberga el mayor proyecto de conservación del mundo, que es el doble del tamaño de Portugal. Los conflictos han tenido una consecuencia imprevista: han retrasado el desarrollo, lo que ha supuesto la construcción de pocas carreteras, lo que ha mantenido alejados a los cazadores furtivos y ha permitido que la fauna silvestre prospere. El año pasado, el gobierno dio a African Parks, una organización de conservación con sede en Johannesburgo, un mandato de 10 años para tratar de proteger un área de 200.000 km2, un ecosistema que se extiende desde el Nilo Blanco en el oeste hasta las fronteras etíopes en el este. ¿Puede esta nación, que en su día estuvo desgarrada por la guerra, redefinirse utilizando sus riquezas naturales para convertirse en un refugio seguro para la fauna silvestre? Olivia Bizot, corresponsal de FRANCE 24, informa.
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