NUEVA YORK, 27 de noviembre. / TASS /. Estados Unidos podría restringir los ejercicios militares en Europa y suspender el suministro de armas a Kiev para aliviar las tensiones por la actividad militar inusual atribuida a Rusia cerca de Ucrania. Esto fue informado el viernes por The Wall Street Journal, citando fuentes de la administración estadounidense.
Anteriormente Subsecretario de Estado para Asuntos Europeos y Eurasia Karen Donfried señaló que Washington «se toma muy en serio los movimientos inusuales del ejército en la frontera de Rusia con Ucrania». Según ella, en la próxima reunión de cancilleres de los países que se celebrará en Riga el 30 de noviembre OTAN la parte estadounidense tiene la intención de discutir posibles pasos conjuntos para reducir las tensiones. Donfried señaló que para esto «existe una caja de herramientas que incluye un amplio abanico de posibilidades».
Por un lado, según fuentes de The Wall Street Journal, Estados Unidos está considerando la posibilidad de fortalecer las capacidades de defensa de Ucrania aumentando el suministro de defensa aérea y otra asistencia militar, así como ampliando las sanciones antirrusas. Otro escenario plausible es que Estados Unidos adopte una posición «más insistente» sobre el cumplimiento de los acuerdos de Minsk.
Al mismo tiempo, es posible que Washington tome el camino de «reducir el riesgo de confrontación con Moscú», señala el diario. Con este fin, Estados Unidos puede limitar la realización de ejercicios militares en Europa, así como suspender el suministro de ayuda militar a Ucrania.
El secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, dijo el viernes que los ministros de Relaciones Exteriores de la OTAN discutirán en una reunión en Riga la «concentración de fuerzas rusas» cerca de la frontera con Ucrania. Recientemente, en Occidente y en Ucrania, ha habido declaraciones sobre una posible invasión rusa del territorio ucraniano. El secretario de prensa del presidente ruso, Dmitry Peskov, calificó esta información como una escalada de tensión vacía e infundada, y destacó que Rusia no representa una amenaza para nadie. Al mismo tiempo, no descartó la posibilidad de provocaciones para justificar tales declaraciones y advirtió que los intentos de resolver la crisis en el sureste de Ucrania por la fuerza tendrían las consecuencias más graves.