La mujer en el centro de un caso que llevó a la renuncia del ministro de Cultura de Italia fue expulsada del Parlamento el martes (10 de septiembre) por supuestamente filmar ilícitamente dentro de la cámara usando gafas espía.
Gennaro Sangiuliano renunció a su cargo la semana pasada después de admitir haber tenido un romance con Maria Rosaria Boccia y haber intentado contratarla como asesora, antes de pensarlo dos veces debido a problemas de conflicto de intereses.
Boccia fue sancionada por la Cámara Baja del Parlamento por unos videos captados con un par de gafas equipadas con una cámara y un micrófono, a través de los cuales dijo que quería dar a sus seguidores una visita guiada por los pasillos y salas parlamentarias.
En un comunicado, el comité indicó que no se permitirá la entrada a Boccia “hasta que los órganos competentes decidan lo contrario”, en vista de la violación de la norma que prohíbe tomar y circular fotos y videos desde el interior del edificio.
“La violación afectó a sitios particularmente sensibles”, añadió el comunicado.
A principios de este mes, Boccia escribió en su cuenta de Instagram que no había hecho nada ilegal con las gafas.
El caso Boccia-Sangiuliano ha dominado la cobertura de los medios italianos durante las últimas dos semanas, avergonzando a la primera ministra Giorgia Meloni y forzando la primera renuncia ministerial desde que su coalición de derecha asumió el cargo a fines de 2022.
Boccia llenó su cuenta de Instagram con fotos de ella acompañando a Sangiuliano a varios eventos y dijo en entrevistas con los medios que tuvo acceso a las instalaciones y documentos del ministerio en su papel de consultora.
Sin embargo, su nombramiento nunca se formalizó.
Fuentes judiciales dijeron a Reuters el martes que la Fiscalía ha abierto una investigación contra Sangiuliano por posible malversación de fondos públicos y divulgación de información confidencial. El Tribunal de Cuentas también está investigando el caso.
Sangiuliano ha afirmado en repetidas ocasiones que no se ha gastado dinero público en Boccia y ha negado que ésta haya tenido acceso a ningún documento clasificado. Además, ha prometido emprender acciones legales contra su ex amante.