TAPONANDO BRECHAS
Los conductores de viajes compartidos y los repartidores pasan la mayor parte de su tiempo en la carretera, llueva o haga sol, brindando comodidad a muchas personas sin disfrutar de la seguridad de un empleo regular.
Por un lado, los trabajadores de plataformas disfrutan de mayor autonomía que los empleados, ya que pueden trabajar para más de una plataforma y pueden elegir aceptar o rechazar tareas laborales.
Por otra parte, están sujetos a un importante control de gestión por parte de los operadores de la plataforma, que utilizan algoritmos para asignar trabajo y pagar, además de imponer requisitos sobre cuándo o cómo se realiza una tarea.
Los trabajadores de plataformas también están sujetos a riesgos en el trabajo mientras cumplen con sus tareas de conducción o entrega, sin derecho a compensación obligatoria por lesiones laborales o pérdida de ingresos, a diferencia de los empleados regulares.
Además, los ingresos de los trabajadores de plataformas suelen ser menos predecibles que los de los empleados, ya que están sujetos a los vaivenes de la demanda y la oferta del mercado a diario. Por lo tanto, existen sólidos argumentos para reforzar la protección de los trabajadores y ayudar a los trabajadores de plataformas a acumular ahorros para la jubilación.
La nueva ley, basada en las recomendaciones de un Comité Asesor sobre Trabajadores de Plataformas, colmará las lagunas existentes. Reconoce que la relación entre los trabajadores y los operadores de plataformas es distinta a la de un empleo o un trabajo autónomo puro, y por tanto estipula un conjunto de protecciones a medida para esta categoría de trabajadores. Los detalles de su aplicación se han perfeccionado mediante consultas con los operadores y trabajadores de plataformas, así como con aseguradoras, académicos y socios tripartitas.