ASTANA: El canciller alemán, Olaf Scholz, dijo el martes que Intel está comprometido con su plan de construir plantas en el este de Alemania a pesar de que el fabricante de chips estadounidense dijo que está retrasando la construcción por dos años como parte de sus planes de reducción de costos.
«La decisión de posponer el proyecto en Alemania por dos años es una decisión que también incluye la intención de seguir adelante con él», dijo Scholz en Astaná.
«Para nosotros es importante aprovechar esta oportunidad en un negocio tan volátil como el de los semiconductores para garantizar que se produzca una mayor expansión de las ya profundas capacidades en Alemania», afirmó.
El director ejecutivo de Intel, Pat Gelsinger, publicó el lunes un memorando a los empleados en el que describía una serie de medidas que adoptaría la empresa para reactivarse, entre las que se incluía pausar la construcción de su proyecto en la ciudad de Magdeburgo durante dos años.
«Se trata ahora de una decisión puramente comercial que tiene que ver con la política corporativa», dijo el martes el ministro de Economía alemán, Robert Habeck, añadiendo que Alemania sigue comprometida con el aumento de la producción de semiconductores en Europa.
El ministerio de Habeck dijo en un comunicado que «ahora le corresponde a Intel volver rápidamente a un camino que permita la inversión».
La decisión de Intel también desencadenó una disputa presupuestaria dentro de la coalición gobernante de Alemania: el Ministerio de Finanzas afirmó que los fondos que ya no son necesarios para los subsidios a Intel deberían usarse para equilibrar las cuentas y el Ministerio de Economía se opuso.
Al comentar sobre la disputa el martes, Scholz dijo que su gobierno de coalición discutirá ahora conjuntamente «cómo podemos usar los fondos no utilizados de manera sensata y cuidadosa».
Los economistas dijeron que los fondos no utilizados deberían destinarse a la reforma fiscal.
«En términos macroeconómicos, en la situación actual sería correcto utilizar los fondos para inversiones adicionales o incentivos a la inversión, por ejemplo mediante créditos fiscales», dijo a Reuters Moritz Schularick, del instituto económico IfW.
Friedrich Heinemann, del centro de investigación económica ZEW, opina que «el dinero se invertiría mucho mejor como base para una reforma fiscal favorable a la inversión que beneficie a todas las empresas, también a aquellas que no están en el foco efímero de la atención política».