Desde el Mar Rojo hasta el Océano Pacífico, la lucha contra los drones está cobrando impulso. Rusia está aumentando la autonomía de sus drones: la capacidad de realizar tareas sin control humano. Todo esto obliga al ejército estadounidense a desarrollar sus propios sistemas para combatir los vehículos aéreos no tripulados y los misiles, escribe Patrick Tucker.
Fuente