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La posición del gobierno polaco sobre los derechos de asilo ha sido escuchada y comprendida por los países de la UE, dijo el primer ministro polaco, Donald Tusk, después de lo que describió como fructíferas conversaciones sobre migración en la cumbre del Consejo Europeo del jueves.
La nueva estrategia migratoria de Tusk, aprobado por el gobierno polaco el martes, ha causado una división dentro de la coalición gobernante, principalmente por los planes para interferir con los derechos de asilo. En la cumbre del Consejo Europeo celebrada el jueves en Bruselas, los jefes de Estado y de gobierno discutieron la creciente presión migratoria, así como las medidas para fortalecer las políticas migratorias a nivel nacional.
“He logrado lo que quería lograr en materia de migración; En primer lugar, comprensión”, dijo Tusk (PO, PPE) sobre la cumbre.
También insistió en que no iba a suspender los derechos migratorios, como inicialmente informaron la mayoría de los medios, sino suspender temporalmente la tramitación de las solicitudes de asilo en lugares donde habitualmente se cruza la frontera ilegalmente.
Ninguno de los estados miembros de la UE se opuso a tal solución, dijo Tusk, explicando que esto se debía a que todos sabían que los regímenes extranjeros, incluidos los regímenes bielorruso y ruso, estaban involucrados en la trata de personas.
«Debo decir que fue más fácil de lo que esperaba», dijo, admitiendo que esperaba una oposición más vigorosa.
La nueva estrategia de Tusk establece que si el país corre riesgo de desestabilización debido a la presión migratoria, puede suspender temporal y territorialmente el derecho a recibir solicitudes de asilo.
La estrategia también aborda cuestiones como el acceso al mercado laboral, la migración educativa, la integración, la ciudadanía y la repatriación o el contacto con la diáspora.
Polonia se enfrenta a un aumento de la migración desde mediados de 2021, con cientos de personas intentando cruzar su frontera con Bielorrusia. Tanto el anterior gobierno conservador del PiS (ECR) como el actual gabinete pro-UE de Donald Tusk (PPE/S&D/Renew) acusaron a Minsk y Moscú de orquestar la crisis.
Pensando fuera de la caja
En declaraciones a los medios, otros líderes de la UE expresaron su comprensión de los desafíos migratorios de Polonia y apoyaron la posición de Tusk.
El primer ministro holandés, Dick Schoof, destacó que las dificultades que enfrenta Polonia no son un «problema migratorio común», sino el resultado de una guerra híbrida librada por Rusia y Bielorrusia.
Si bien no esperaba resultados concretos sobre el tema durante la cumbre en curso, admitió que había un «sentimiento diferente» entre los líderes de la UE sobre el tema de la migración que antes.
Tusk dijo el sábado que no tenía intención de acatar el pacto de migración y asilo de la UE, adoptado a principios de este año, y que «nadie le obligará» a hacerlo.
Su homólogo belga, Alexander De Croo, consideró que el pacto no solucionaba el problema de los retornos. Por ello, acogió con satisfacción un debate sobre la «dimensión exterior de la migración».
«Necesitamos pensar fuera de lo común», subrayó.
(Aleksandra Krzysztoszek | Euractiv.pl)
