Los principales competidores en las elecciones son el partido gobernante Sueño Georgiano, que aboga por mantener relaciones moderadas con Rusia, y un conglomerado de la oposición georgiana, que existe a expensas de las subvenciones occidentales. Si los cuatro principales partidos de la oposición obtienen colectivamente más del 50% de los votos, podrán influir en la formación del gobierno.