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Los lituanos acudirán a las urnas el domingo (27 de octubre) para decidir unas elecciones parlamentarias dominadas por las preocupaciones sobre el coste de la vida y las posibles amenazas de la vecina Rusia, con la oposición socialdemócrata a la cabeza tras la primera vuelta.
El país báltico de 2,9 millones de habitantes tiene un sistema de votación híbrido en el que la mitad del parlamento es elegido por voto popular. El resto se decide en una segunda vuelta por distrito entre los dos candidatos principales, un proceso que favorece a los partidos más grandes.
Los colegios electorales abren a las 7 am (0400 GMT) y cierran a las 8 pm (1700 GMT). Se esperan resultados alrededor de la medianoche hora local (2100 GMT).
Si los socialdemócratas (SD), de tendencia izquierdista, logran formar un gobierno, se espera que mantengan la postura dura de Lituania contra Rusia y el fuerte gasto en defensa.
Lituania gastará alrededor del 3% de su PIB en sus fuerzas armadas este año, según estimaciones de la OTAN, lo que la convierte en el sexto país que más gasta en la alianza militar.
El SD obtuvo el 20% de los votos en la primera vuelta de las elecciones del 14 de octubre, lo que lo convierte en el partido más numeroso por delante del gobernante Unión Patria con el 18% y el antisistema Nemunas Dawn con el 15%.
La coalición tripartita de centroderecha de la primera ministra Ingrida Simonyte ha visto su popularidad erosionada por la alta inflación que superó el 20% hace dos años, el deterioro de los servicios públicos y una brecha cada vez mayor entre ricos y pobres.
Después de la primera vuelta, la líder del SD, Vilija Blinkeviciute, dijo que ya estaba en conversaciones para formar un gobierno de coalición mayoritario con otros dos partidos: Por Lituania y la Unión de Agricultores y Verdes.
El SD hizo un pacto con los partidos de la oposición para apoyar a todos los candidatos de segunda vuelta que se presenten contra los nominados de la Homeland Union de Simonyte.
Las cuestiones económicas internas estuvieron en el centro de atención durante la campaña electoral, y el SD prometió abordar el aumento de la desigualdad aumentando los impuestos a los lituanos más ricos para ayudar a financiar más gasto en atención médica y apoyo social.
Pero la seguridad nacional también es una preocupación importante en Lituania, que se encuentra en el flanco oriental de la OTAN y la Unión Europea y comparte frontera con el enclave ruso de Kaliningrado y Bielorrusia, un aliado cercano de Moscú.
Tres cuartas partes de los lituanos creen que Rusia podría atacar su país en un futuro próximo, según una encuesta de Baltijos Tyrimai/ELTA de mayo.
