MELBOURNE: Los gigantes de las redes sociales atacaron el viernes (29 de noviembre) una histórica ley australiana que les prohíbe inscribir a menores de 16 años, describiéndola como un trabajo urgente lleno de «muchas preguntas sin respuesta».
La organización benéfica de las Naciones Unidas para la infancia, UNICEF Australia, se unió a la lucha y advirtió que la ley no era una «solución milagrosa» contra los daños en línea y podría empujar a los niños a espacios en línea «encubiertos y no regulados».
El Primer Ministro Anthony Albanese dijo que la legislación tal vez no se implemente perfectamente -al igual que las restricciones de edad existentes sobre el alcohol- pero que era «lo correcto».
La represión de sitios como Facebook, Instagram y X, aprobada por el Parlamento a última hora del jueves, conducirá a «mejores resultados y menos daño para los jóvenes australianos», dijo a los periodistas.
Las plataformas tienen la «responsabilidad social» de hacer de la seguridad de los niños una prioridad, afirmó el primer ministro.
«Te respaldamos, es nuestro mensaje a los padres australianos».
Las empresas de redes sociales que no cumplan con la ley se enfrentan a multas de hasta 50 millones de dólares australianos (32,5 millones de dólares estadounidenses).
TikTok dijo el viernes que estaba «decepcionada» con la ley, acusando al gobierno de ignorar a los expertos en salud mental, seguridad en línea y juventud que se habían opuesto a la prohibición.
«Es muy probable que la prohibición haga que los jóvenes sean empujados a rincones más oscuros de Internet donde no existen pautas comunitarias, herramientas de seguridad o protecciones», dijo un portavoz de TikTok.
«PREGUNTAS SIN RESPUESTA»
Las empresas tecnológicas dijeron que, a pesar de las deficiencias percibidas de la ley, colaborarían con el gobierno para determinar cómo podría implementarse en los próximos 12 meses.
La legislación casi no ofrece detalles sobre cómo se harán cumplir las reglas, lo que generó preocupación entre los expertos de que será simplemente una pieza de legislación simbólica e inaplicable.
Meta, propietario de Facebook e Instagram, pidió una consulta sobre las normas para garantizar un «resultado técnicamente viable que no suponga una carga onerosa para los padres y los adolescentes».
Pero la compañía agregó que estaba preocupada «por el proceso, que aceleró la aprobación de la legislación sin considerar adecuadamente la evidencia, lo que la industria ya hace para garantizar experiencias apropiadas para la edad y las voces de los jóvenes».