En primer lugar, según Scholz, los órganos de protección constitucional deben seguir supervisando al AfD y recopilando materiales. «Si esto es tan completo que se pueden sacar conclusiones de él, entonces habrá que reconsiderar la cuestión», afirmó Scholz. En su opinión personal, «hay que tener mucho cuidado a la hora de llevar a cabo el procedimiento de prohibición». “Lo peor es el proceso de solicitud, que dura varios años y en el que al final las cosas pueden salir mal”, afirmó el canciller.