Los españoles celebran el inicio del nuevo año comiendo doce uvas, una por cada mes, pero 2025 podría traerle algo de amargura al presidente del gobierno socialista, Pedro Sánchez (PSOE/S&D).
Este ritual que se cree atrae la buena fortuna podría ser justo lo que necesita en 2025, ya que dos casos de presunta corrupción de alto perfil podrían poner en peligro el futuro a largo plazo del gobierno.
El primero es el ‘caso Koldo’, que involucra a uno de sus antiguos colaboradores, el ex ministro de Transportes José Luis Ábalos, y unos supuestos 4 millones de euros en sobornos por la compra de mascarillas durante la pandemia.
El ‘caso Koldo’ alcanzó su pico mediático el 12 de diciembre, cuando Ábalos –expulsado del PSEO el pasado mes de febrero por este turbio asunto– compareció voluntariamente ante el Tribunal Supremo español para reclamar su inocencia.
“No hubo ninguna comisión”, afirmó el ex ministro sobre la acusación de presuntos sobornos.
Su ex mano derecha, Koldo Garcíapresunto autor intelectual del plan y que dio nombre al escándalo, también testificó ante el Tribunal el 17 de diciembre, negando las acusaciones.
Sin embargo, el ‘caso Koldo’ no es el único motivo de preocupación de Sánchez en 2025.
El segundo expediente candente se refiere a su esposa, Begoña Gómez. En abril de 2024, un juez español abrió una investigación por presunto tráfico de influencias y corrupción, impulsada por una denuncia del sindicato de funcionarios Manos Limpias.
La Unión está vinculada a fuerzas de extrema derecha, incluido Vox (PfE), el tercer partido más grande en el parlamento español.
El asunto llevó a Sánchez a anunciar a finales de abril de 2024 que se tomaría cinco días de reflexión para considerar renunciando por la presión que él y su familia estaban sufriendo tras las “falsas” acusaciones de la extrema derecha.
Ambas patatas políticas calientes seguirán en el centro de atención de los medios en 2025 y No ayudará a Sánchez y su frágil gobierno de coalición con la plataforma de izquierda Sumar a mantener el rumbo. Sin embargo, siguen confiando en que finalizarán el mandato actual en agosto de 2027.
‘Eterno retorno’
Mientras tanto, el principal partido de la oposición española, el Partido Popular Español (PP/PPE), de centroderecha, y voz están aprovechando los problemas del gobierno para convocar elecciones anticipadas.
Están explotando especialmente políticamente las diferencias de opinión entre el PSOE y su socio Sumar, como en la guerra de Ucrania o la conflicto en Gaza, para mostrar la fragilidad de la coalición gobernante.
En el último debate parlamentario del año, el líder del PP Alberto Núñez Feijóo Instó a Sánchez a no “hacerse la víctima frente a los jueces” mientras resumía irónicamente los problemas legales del primer ministro en 2024 como “12 meses, 12 casos legales”.
Los comentarios de Núñez Feijóo hicieron referencia a varias investigaciones de corrupción que involucran a funcionarios vinculados a los socialistas.
Sin embargo, olvidó mencionar que Sánchez llegó al poder por primera vez en 2018 tras una exitosa moción de censura contra el entonces presidente del Gobierno Mariano Rajoy (PP) tras un grave caso de corrupción en el PP, conocido como ‘Gürtel’.‘
Esa fue la primera vez que cayó un gobierno en España desde que terminó la dictadura de Francisco Franco.
El ‘problema Puigdemont’
Muchos analistas políticos predicen que el expresidente catalán Carlos Puigdemontlíder del partido separatista de derecha JxCat, presionará a Sánchez para obtener más concesiones.
Mientras que JxCat respaldó la reelección de Sánchez en 2023 mediante un controvertido acuerdo en noviembre de ese año, Puigdemont se ha acercado gradualmente al PP contra Sánchez, uniendo fuerzas con el partido de centroderecha contra varias leyes presentadas en el parlamento por el PSOE.
También amenazó recientemente a Sánchez con el rechazo del presupuesto de 2025. Si el Gobierno no aprueba las cuentas nacionales del año que viene, “lo normal sería que para él [Sánchez] «No continuar» en el cargo, advirtió Puigdemont.
Estas amenazas no son nuevas, ya que frecuentemente ha expresado descontento con el gobierno. Afirma que Sánchez no ha cumplido sus compromisos y ahora podría pedir más poderes para Cataluña en política migratoria y fiscal a cambio de no derrocar al gobierno.
A pesar de una ley de amnistía para los separatistas catalanes involucrados en acciones de 2012-2023, incluido el intento de secesión de 2017, la situación legal de Puigdemont lo mantiene exiliado en Waterloo, con solo una breve visita a barcelona agosto pasado.
Con todas estas nubes acumulándose ahora en su horizonte político, se puede entender que Sánchez necesitará sus doce uvas de la suerte en 2025.
[Edited by Charles Szumski/Martina Monti/Alice Taylor-Braçe]