El presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, el martes 5 de febrero, prometió que Estados Unidos «tomaría el control» del sector de la gasolina devastado por la guerra y se ocupará de su desarrollo económico después de que los palestinos sean reasentados a otros lugares. Trump presentó su plan, sin entrar en detalles, en una conferencia de prensa conjunta con el primer ministro de Israel Benjamin Netanyahu en una visita a los Estados Unidos. Esta declaración siguió a la «propuesta impactante» de Trump, hecha más temprano el martes, sobre el constante reasentamiento de palestinos desde Gaza hasta países vecinos, llamando al enclave, donde opera la primera fase del alto el fuego, opera el «lugar de demolición».