Kosma Złotowski es el candidato del ECR a presidente del Parlamento Europeo.
El candidato del ECR, Kosma Złotowski, promete un cambio en la candidatura a la presidencia del PE
La Unión Europea se enfrenta actualmente a muchos desafíos muy serios. En un momento así, no podemos darnos el lujo de trabajar uno contra el otro. Sin embargo, lamentablemente, sigue existiendo una tendencia a socavar el Parlamento Europeo como lugar de debate honesto y compromiso entre los pueblos, convirtiéndolo en otro frente en la guerra de la cultura política. Desafortunadamente, el liderazgo actual del Parlamento también ha contribuido a este estado de cosas al aceptar transferir las disputas nacionales al foro europeo con demasiada frecuencia. La próxima elección del Presidente del Parlamento es una oportunidad para cambiar este estilo de gobierno de confrontación, que es incompatible con el espíritu de cooperación europea. Soy el candidato para un cambio real en este clima dañino de conflicto: un cambio para enfrentar los problemas comunes que enfrentan los europeos de frente.
La UE es una organización de estados soberanos que, en muchas áreas, tienen derecho a dar forma a su propio ordenamiento jurídico. Como Presidente, insistiré en la clara separación de competencias y en la necesidad de que todas las instituciones de la UE actúen en el marco de las competencias previstas en los Tratados, respetando los principios de subsidiariedad, proporcionalidad y distribución de competencias.
El Parlamento Europeo, como única institución elegida por sufragio directo, tiene la responsabilidad particular de garantizar las normas democráticas, garantizar el respeto del principio de separación de poderes y salvaguardar el respeto de los ordenamientos constitucionales nacionales. Desgraciadamente, no es así, como puede verse no sólo en la forma del orden del día de las sesiones plenarias, sino también en las decisiones adoptadas sobre la organización de nuestro trabajo.
La política de restricción de derechos de determinados grupos políticos y eurodiputados individuales se ha convertido en una norma lamentable que no se puede justificar de ninguna manera. En la práctica, esto significa ignorar a millones de votantes que han enviado a sus representantes a Bruselas. Como Presidente, me esforzaré por restablecer las reglas básicas que garanticen la igualdad de todos los diputados al Parlamento Europeo. Deben restablecerse las prácticas democráticas básicas en la elección de cargos parlamentarios de acuerdo con el principio d’Hondt, que debe respetarse sin excepción. El respeto por la diversidad no se trata de ignorar las diferencias y marginar a quienes tienen puntos de vista diferentes, sino de coexistencia y cooperación.
El Parlamento Europeo también necesita una serie de reformas para aumentar su eficacia. Representamos no solo a los votantes europeos, sino también a los contribuyentes europeos. Me aseguraré de que el Parlamento haga más con menos, reduciendo el desperdicio y los procedimientos burocráticos innecesarios, trabajando hacia un orden institucional moderno y sostenible. Mi prioridad será acelerar y completar la transformación digital que, durante la pandemia, hizo posible continuar nuestro trabajo a pesar de las restricciones de viaje y la reducción de oportunidades para reuniones físicas.
Las herramientas de trabajo remotas e híbridas desarrolladas en los últimos meses deberían quedarse con nosotros de forma permanente. Los miembros deben tener derecho a decidir libremente si quieren participar en las deliberaciones de forma física o remota. Deberíamos hacer el uso más amplio posible del trabajo a distancia; esto incluye personal administrativo y asistentes. Esta no solo es una excelente herramienta para fortalecer los principios del equilibrio entre el trabajo y la vida personal, sino también un medio para reducir los viajes innecesarios que tienen un impacto negativo en el medio ambiente. El Parlamento debería establecer los más altos estándares en este ámbito y garantizar que los diputados y el personal tengan libertad para elegir el sistema de organización del trabajo que les resulte más eficiente.
El sistema de dos escaños del Parlamento Europeo es un absurdo que debe terminar. Incluso antes de la pandemia de COVID-19, este sistema parecía carecer de una justificación sustantiva, pero los últimos meses han demostrado lo costoso e innecesario que es el ritual de viajar a Estrasburgo para las sesiones plenarias. Como Presidente, comenzaré a tomar medidas activas para abolir esta obligación, que no reporta beneficio alguno y genera enormes costos financieros, ambientales y organizacionales.
Como eurodiputados, debemos luchar por las cosas que realmente importan a los europeos: permitir una rápida recuperación de la pandemia actual, mejorar el mercado único, gestionar la crisis migratoria y hacer frente al aumento de los precios de la energía. Estos son temas clave que deberían volver a estar firmemente en nuestra agenda y debemos trabajar juntos para abordarlos de manera efectiva. Todos hemos sido elegidos por los ciudadanos, y todos los que estamos en esta Cámara debemos hablar por ellos. Como Presidente, me aseguraré de que cada voto en las elecciones europeas, sin importar a quién, le devuelva su importancia política.