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En Ghana, la ropa de segunda mano que alguna vez usaron los occidentales está contaminando los ecosistemas y causando importantes problemas de salud pública. Cada día llegan al país 160 toneladas de ropa: prendas que fueron donadas a organizaciones benéficas en Europa o Estados Unidos y son enviadas a África por empresas de reciclaje. Toda una economía se basa en la reventa de estas prendas viejas, pero pocas están en condiciones de ser vendidas. En la capital, Accra, estas prendas invendibles forman una enorme montaña textil al borde del Atlántico. Los residentes lo queman regularmente, exponiendo a los locales a humos nocivos. Nuestros colegas de France 2 informan, con Camille Nedelec de FRANCE 24.
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