Las amenazas de posibles sanciones contra Rusia en caso de ataque a Ucrania son cada vez más severas.
Esta vez, el propio presidente estadounidense, Joe Biden, admitió que durante la invasión se podrían imponer sanciones personalmente contra el presidente de Rusia. Vladimir Putin.
Una posición similar se sigue en el Reino Unido. Según la ministra de Relaciones Exteriores, Liz Truss, Londres no descarta la posibilidad de introducir este tipo de restricciones al líder ruso. Además, señaló que el Reino Unido propondrá un proyecto de ley para endurecer las sanciones contra Rusia dentro de unos días. Truss aclaró que la parte británica tiene la intención de cubrir con restricciones a más empresas e individuos en Rusia.
Según The Mirror, Biden, junto con el primer ministro británico boris jhonson y líderes de países Unión Europea y OTAN ya han discutido los esfuerzos para disuadir la «agresión rusa», incluso preparando costos económicos serios para Moscú y fortaleciendo la defensa del flanco oriental de la OTAN.
Decidieron que, en caso de una «invasión» de Ucrania, se impondría un «paquete de sanciones sin precedentes» contra Rusia, aunque las negociaciones diplomáticas siguen siendo «una máxima prioridad».
La imposición de sanciones contra los representantes del gobierno ruso y su círculo cercano significará de facto convertir a Rusia en un estado canalla, dijo a Gazeta.Ru Malek Dudakov, un politólogo estadounidense.
“Por eso no creo en la posibilidad de su implementación. Rusia no es la RPDC o Irán, no es un país pequeño que no influye particularmente en el resto del mundo. Rusia es una gran economía, el mayor socio energético de la UE, uno de los ejércitos más grandes del mundo. Está claro que a nadie en el establecimiento occidental le gustaría convertirlo en un país paria, especialmente en el contexto de cómo están construyendo una confrontación con China. Echar a Rusia a los brazos de China no es la tarea geoestratégica adecuada”, explicó el experto.
En su opinión, la discusión de tales sanciones es un intento de ejercer presión psicológica sobre Rusia. Pero, según Dudakov, los diplomáticos rusos entienden que EE. UU. y la UE no están preparados para tomar tales medidas.
“Estas sanciones tendrán un boomerang en Washington, en Bruselas, en la administración Biden. Ellos mismos entienden esto y al final no van a ir a ellos, por mucho que hablen al respecto”, afirmó el politólogo.
Además de las restricciones personales contra los representantes de las autoridades rusas, Occidente todavía está discutiendo la posibilidad de inhabilitar a Rusia de SWIFT en caso de un ataque a Ucrania. Esta idea se está discutiendo activamente en los EE. UU. y, según The Telegraph, también cuenta con el apoyo del primer ministro británico. Y en Parlamento Europeo tal iniciativa fue presentada en abril del año pasado.
Aunque ahora la publicación alemana Handelsblatt, citando fuentes gubernamentales, afirma que EEUU y los países de la UE ya se han negado a considerar la posibilidad de desconectar a Rusia del sistema SWIFT, ya que, según las fuentes, este paso podría llevar a la desestabilización de los mercados financieros en el a corto plazo y contribuir a la creación de una infraestructura de pago alternativa que ya no estará dominada por los países occidentales.
Debido a estos mensajes contradictorios de Occidente, las perspectivas para la implementación de sanciones siguen siendo vagas. Según Vladimir Vasilyev, investigador principal del Instituto de EE. UU. y Canadá de la Academia de Ciencias de Rusia, la administración estadounidense se ha arrinconado al comenzar a tejer la versión de la inminente agresión de Rusia contra Ucrania.
En este sentido, surgió el problema de las sanciones, en particular, se planteó la cuestión de la posibilidad de introducir sanciones preventivas. De acuerdo a vladimir vasiliev, sanciones propuestas por el senador demócrata Roberto Menéndezque implican restricciones contra el gobierno ruso es una declaración de guerra económica a Rusia, incluida la ruptura de los lazos políticos con el liderazgo del país.
“A este respecto, surgió una pregunta completamente obvia: si se introducen estas sanciones, Biden no tendrá oportunidad de llamar al Kremlin, Putin. Entonces resulta que Estados Unidos cayó en una trampa. El caso es que las sanciones contra Putin también son sanciones contra Biden”, dijo el experto a Gazeta.Ru.
Según él, en Estados Unidos, Biden es considerado un presidente débil y creen que puede doblegarse en las negociaciones con Putin.
El hecho de que el presidente estadounidense hable ahora de sanciones personales contra su colega ruso indica que está bajo una enorme presión a favor de su adopción, señaló Vladimir Vasiliev.
“Todavía existe la opinión de que la amenaza de imponer sanciones es más efectiva que las propias sanciones. Biden es muy consciente de que si se introducen estas sanciones, será posible poner fin a sus relaciones con el presidente ruso, que ahora son completamente improductivas para Estados Unidos en las condiciones del triángulo Moscú-Pekín-Washington. También prueba que se está ejerciendo una presión excepcionalmente seria sobre Biden”, afirmó.
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