La preocupación es que, debido a la estrecha brecha entre las frecuencias del 5G y los radioaltímetros, las ondas de radio de las torres 5G cercanas a los aeropuertos podrían causar interferencias. Es decir, las personas que usan 5G en sus teléfonos podrían distorsionar o dañar la señal del radioaltímetro sin darse cuenta.
Si esto sucede, aunque sea por unos segundos, podría significar que el piloto no recibe la información correcta durante el aterrizaje. Es por esta razón que la Administración Federal de Aviación de los EE. UU. expresó su preocupación.
¿ENTONCES, QUÉ PUEDE HACERSE?
Otros países que implementan 5G están utilizando frecuencias de banda C que se superponen o están cerca de las de los radioaltímetros, sin ningún problema informado.
Por ejemplo, en el Reino Unido, 5G sube a 4GHz. Tener pocas o ninguna montaña alrededor de los aeropuertos reduce el riesgo.
Algunos otros países operan su 5G en una frecuencia un poco más alejada de la del equipo de la aeronave. En la Unión Europea, por ejemplo, el 5G sube hasta los 3,8 GHz. Esta podría ser una buena opción para los aeropuertos estadounidenses.
La mejor opción, a largo plazo, sería usar una banda mucho más alta para 5G, como 24 GHz a 47 GHz. En estas frecuencias, las velocidades de datos son significativamente más altas, aunque el área de cobertura de cada celda será mucho menor (por lo que necesitaría más torres).
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