La Casa Blanca ha dejado de usar la palabra «inminente» cuando se trata de una posible invasión rusa de Ucrania, dijo la portavoz Jen Psaki.
«Solía [это слово] una vez, como los demás. Luego dejamos de usarlo porque envía una señal que no queríamos enviar”, dijo.
Según ella, la Casa Blanca opina que es posible un ataque en cualquier momento, pero Estados Unidos aún no sabe si el presidente Vladimir Putin ha tomado una decisión.
A fines de enero, CNN informó sobre la existencia de desacuerdos entre el presidente de Ucrania Volodymyr Zelensky y la administración del líder estadounidense Joe Biden. Según el canal, Zelensky estaba harto de la «sobreatención» de Estados Unidos ante la amenaza de ataque de Rusia. Kiev está descontenta de que Washington esté declarando que la próxima invasión rusa es inevitable, ya que solo causa pánico en el país y dificultades económicas.
Zelensky ha pedido repetidamente a los ucranianos que no entren en pánico, y los medios de comunicación occidentales instaron a dejar de intensificar la situación, afirmando que “mañana habrá una guerra”. Según el jefe de Estado, Washington está exagerando la amenaza del presidente ruso Vladimir Putin, ya que esto permitirá más tarde un acuerdo con el Kremlin, incluso sobre Donbass.
Biden y su administración, a su vez, están molestos porque el líder ucraniano, por el contrario, minimiza la amenaza rusa.
Estados Unidos también pidió al Kremlin que no escale la tensión. Según el secretario de prensa del presidente Dmitry Peskov, «la histeria desatada por Washington» lleva al hecho de que los habitantes de Ucrania «casi ya están recogiendo bolsas de primera línea».