Una vez más, el mundo está pendiente de lo que el presidente ruso vladimir putin hace a continuación.
Pero los presagios, después de su desahogo televisado lleno de agravios contra Ucrania, Occidente y las humillaciones de la historia del lunes, son muy, muy oscuros.
Putin significativamente intensificó su enfrentamiento con los EE. UU. y sus aliados, firmando decretos que reconocen dos regiones del este de Ucrania tomadas por rebeldes respaldados por Rusia. De un plumazo, Putin cortó dos piezas más de una nación independiente y soberana para añadirlas a su incautación de Crimea en 2014.
Moscú dijo que enviaría lo que llamó «fuerzas de paz» a las regiones. A pesar de su eufemismo, los funcionarios estadounidenses temen que la fuerza pueda ser la vanguardia de la movilización de invasión completa que han pronosticado durante días.
A pesar de lo mala que es esta última ronda de geopolítica de gángsters, lo que se desarrolle en las próximas horas y días marcará el rumbo del mundo en los años venideros.
Lo que podría venir después: Si Putin se detuviera aquí, es posible que la crisis de Ucrania pudiera contenerse e incluso darle al presidente ruso una oportunidad para reducir la situación y desistir de una invasión total de todo el país después de embolsarse un nuevo territorio en su búsqueda para evitar que Ucrania de moverse hacia el Oeste.
Tal paso atrás, quizás diseñado para dividir a EE. UU. de aliados menos agresivos, podría evitar una crisis global más amplia. En los EE. UU., este escenario provisional también podría ahorrarles a los estadounidenses un nuevo aumento dañino en precios de la gasolina y la inflacion y permitir Presidente Joe Biden para escapar de otro golpe a su credibilidad en un difícil año electoral de mitad de período.
Desafortunadamente, sin embargo, la evidencia de la retórica furiosa del propio Putin el lunes, la presencia de hasta 190.000 Las tropas rusas en las fronteras de Ucrania y la mayoría de las evaluaciones de los líderes estadounidenses y los funcionarios de inteligencia sugieren que las esperanzas de un conflicto limitado son ilusiones.
En su discurso desde el Kremlin, Putin dejó en claro que ve a Ucrania como algo indistinguible de Rusia y no como una entidad independiente, un argumento que no sugiere moderación. De hecho, su diatriba se presentó como una justificación para una empresa mucho más grande que una incursión limitada en el este del país.
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