El canciller alemán, Olaf Scholz, calificó el ataque como un «acto imprudente del presidente Putin» y un «día terrible para Ucrania y un día oscuro para Europa». Agregó que la UE, el G7 y la OTAN se coordinarán estrechamente el jueves.
La presidenta de la Comisión de la Unión Europea, Ursula von der Leyen, calificó las acciones de Rusia como un «ataque bárbaro» y dijo que presentará a los estados miembros de la UE sanciones «masivas y estratégicas» contra Rusia para su aprobación más tarde hoy. “Estas sanciones están diseñadas para cobrar un alto precio a los intereses del Kremlin y su capacidad para financiar la guerra. Y sabemos que millones de rusos no quieren la guerra”, agregó.
El presidente francés, Emmanuel Macron, que ha liderado muchos de los esfuerzos diplomáticos para reducir la tensión, reaccionó diciendo que «Francia se solidariza con Ucrania. Está con los ucranianos y está trabajando con sus socios y aliados para poner fin a la guerra».
Si bien Europa se ha mantenido unida en gran medida, ha habido un silencio notable por parte del líder húngaro Viktor Orban, quien tiene una relación cercana con Putin y ha sido acusado tras bambalinas de alterar la unidad de Europa en respuesta a la crisis.
Fuentes de seguridad europeas y de la OTAN le dijeron previamente a CNN que Estados Unidos ha estado coordinando la respuesta unificada a la crisis y probablemente tomará la iniciativa hoy, ya que se espera que la comunidad internacional aumente drásticamente las sanciones contra Rusia.
Los aliados occidentales en todo el mundo también se han comprometido a trabajar con sus socios en respuesta a Rusia. El primer ministro japonés, Fumio Kishida, dijo que «la situación es tensa. Continuaremos trabajando en colaboración con la comunidad internacional, incluidas las naciones del G7».
En África, la respuesta fue silenciada y solo un puñado de gobiernos del continente se pronunció tras los ataques.
“La posición de Nigeria es que se debe priorizar el diálogo sobre la fuerza”, dijo a CNN el jueves un portavoz del presidente Muhammadu Buhari.
Sudáfrica dijo que la crisis en curso «podría tener ramificaciones regionales y globales» si se permite que se deteriore.
Incómodamente para Putin, China no ha expresado un apoyo particular a Rusia. China es el único gran aliado de Putin y en los últimos años ha desarrollado una estrecha relación con Rusia, apoyándola en la ONU.
Sin embargo, hasta ahora China se ha negado a criticar a Rusia y dijo que comenzaría a importar trigo ruso, una medida que podría aliviar el impacto de las sanciones occidentales sobre Rusia.
El embajador de China ante la ONU, Zhang Jun, solo llegó a decir que todas las partes debían «mantener la cabeza fría y ser racionales», y agregó que era «especialmente importante en este momento para evitar aumentar las tensiones».
Los gobiernos de todo el mundo están celebrando reuniones para discutir hasta dónde deberían llegar las sanciones contra Rusia en respuesta a esta enorme escalada.
Una primera ola de sanciones provino de EE. UU., la UE y el Reino Unido el martes, aunque fueron de alcance limitado y criticadas por no ir muy lejos.
Es muy probable que las nuevas sanciones vayan más allá y apunten a la economía de Rusia en general de una manera menos comprometedora, llegando posiblemente al extremo de afectar directamente la riqueza personal de Putin.