NUEVA YORK: Un expiloto de Boeing acusado de engañar a los reguladores de aviación de EE. UU. durante el proceso de certificación del avión de pasajeros 737 MAX debía ir a juicio el viernes (19 de marzo).
A raíz de dos accidentes fatales del MAX que mataron a 346 personas, las autoridades estadounidenses acusaron formalmente a Mark Forkner en noviembre y, hasta el momento, es la única persona que enfrenta un proceso judicial en el caso.
El juez Reed O’Connor debía abrir procedimientos en un tribunal de Fort Worth, Texas, a las 1800 GMT, comenzando con la selección del jurado y las declaraciones de apertura, según documentos judiciales. Se espera que los primeros testigos testifiquen el lunes.
Una portavoz de la oficina del fiscal local confirmó que el juicio comenzaría el viernes.
Boeing ha reconocido su responsabilidad por engañar a las autoridades sobre el MAX y acordó en enero de 2021 pagar más de 2500 millones de dólares para resolver las demandas relacionadas con el accidente de un vuelo de Lion Air en octubre de 2018 y de Ethiopian Airlines en marzo de 2019.
El gigante de la aviación dijo que dos de sus empleados engañaron a la Administración Federal de Aviación (FAA).
Según los documentos de la fiscalía, Forkner descubrió en 2016 un cambio importante realizado en el software de control de vuelo MAX conocido como MCAS, que estuvo implicado en ambos accidentes.
En un mensaje a un colega revelado en 2019, indicó que el software dificultaba el vuelo del avión en un simulador, según muestran los documentos.
Pero los fiscales dicen que no compartió toda la información con la FAA, que no requirió capacitación adicional para pilotos en el MAX.
El equipo de defensa de Forkner dijo que se está convirtiendo en un chivo expiatorio en la investigación.
El juez desestimó el mes pasado dos de los seis cargos originales contra el piloto.
Forkner sigue acusado de haber tratado de engañar a los clientes de Boeing, American Airlines y Southwest Airlines, al no proporcionarles toda la información relevante cuando finalizaron sus pedidos de la aeronave, en particular sobre la necesidad de capacitación, en un intento por proteger al fabricante de perder dinero.
Boeing se negó a comentar el viernes.
Los abogados de Forkner y los fiscales del caso no respondieron de inmediato a una solicitud de comentarios de AFP.