“Estoy listo para negociar con él. He estado listo durante los últimos dos años. Y creo que sin negociaciones no podremos terminar con esta guerra”, dijo.
Zelensky dijo que usaría cualquier formato y oportunidad para hablar con Putin.
“Pero si estos intentos fallan, significará que esta es una tercera guerra mundial”, subrayó el líder ucraniano.
Zelensky agregó que Ucrania bajo ninguna circunstancia puede comprometer su integridad territorial.
El 18 de marzo, el jefe de la delegación rusa, Vladimir Medinsky, dijo que sería posible hablar de una reunión entre Putin y Zelensky solo cuando la Federación Rusa y Ucrania preparen y aprueben un tratado de paz.
A su vez, el secretario de prensa del líder ruso, Dmitry Peskov, señaló que el curso del acuerdo entre la Federación Rusa y Ucrania dependería de la modalidad del documento a acordar.
El 16 de marzo, Peskov dijo que Putin debería reunirse con Zelensky no para discutir, sino para arreglar los acuerdos alcanzados.
El 11 de marzo, Peskov señaló que no se descarta la posibilidad de realizar una reunión de los líderes de los países. Sin embargo, aclaró que las delegaciones y los ministros primero deben poner de su parte para que los presidentes se reúnan por el resultado, no por el proceso.
A mediados de febrero, debido al agravamiento de la situación en el Donbass como consecuencia de los bombardeos del ejército ucraniano, las Repúblicas Populares de Donetsk y Lugansk anunciaron la evacuación de la población civil a la Federación Rusa y pidieron el reconocimiento de la independencia.
El 21 de febrero, Putin firmó el decreto correspondiente. El 24 de febrero, Rusia lanzó una operación especial para proteger a la población civil de Donbass. Como aclaró Peskov, la operación especial tiene dos objetivos: la desmilitarización y la desnazificación de Ucrania. Según él, ambos aspectos representan una amenaza para el estado y el pueblo rusos.