Secretario general Naciones Unidas António Guterres dijo que el reemplazo apresurado del combustible ruso es una locura y amenaza los objetivos climáticos globales. Sus palabras son citadas por TASS.
Afirmó que el apresurado deseo de muchos países de reducir su dependencia del combustible ruso ha resultado en un mayor consumo de carbón y gas natural. Según el secretario general, estas medidas pueden dificultar el logro de los objetivos del Acuerdo de París sobre el cambio climático y son muy peligrosas. Está diseñado para mantener el aumento de la temperatura media mundial por debajo de los 2 grados centígrados, preferiblemente por debajo de los 1,5 grados. Para lograr este objetivo, las emisiones de carbono deben reducirse a la mitad para el final de la década. En cambio, las emisiones con las políticas ambientales actuales aumentarán en un 14 por ciento.
Los países pueden preocuparse tanto por la escasez inmediata de suministros de combustibles fósiles que descuidan o restringen las políticas de reducción de combustibles fósiles. Esto es una locura. La dependencia de los combustibles fósiles es destrucción mutua asegurada.
Según el Secretario General, los países del mundo necesitan acelerar el rechazo a todo tipo de combustibles fósiles. Especialmente peligroso para el clima global es el carbón que, según Guterres, debería ser abandonado por los países ricos para 2030, para 2040, por toda la comunidad mundial, incluida China. Como ejemplo, citó a Sudáfrica, cuya eliminación del carbón durante la Conferencia de Cambio Climático de la ONU de 2021 acordó ser financiada por varios países, incluidos el Reino Unido y los EE. UU.
La mayor parte de la responsabilidad de abordar la crisis climática recae en los países más ricos del G20, que generan alrededor del 80 por ciento de las emisiones del mundo.