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Una directiva de la UE sobre salarios mínimos “corre el riesgo de socavar la negociación colectiva y sumar complejidades a la recuperación y la resiliencia de la economía de la UE”, dijo a EURACTIV Stefano Mallia, que representa a los empleadores en el Comité Económico y Social Europeo (CESE).
En su lugar, propuso una “comprobación de competitividad para evaluar el impacto de [EU initiatives] sobre las empresas, especificando que este control no “socavará la protección de los derechos humanos, sociales y de los trabajadores ni las normas ambientales y de protección del consumidor”.
“Permítanme ser claro aquí: según la revisión comercial de la Comisión Europea, ya en 2024, se espera que el 85% del crecimiento del PIB mundial provenga de fuera de la UE. Por tanto, la continua prosperidad socioeconómica de Europa depende de su capacidad para aprovechar este crecimiento mundial”, afirmó Mallia, presidente del Grupo de Empresarios del CESE.
El CESE tiene 18 miembros en el pleno de la Conferencia sobre el Futuro de Europa y Mallia representa al CESE en el grupo de trabajo sobre economía.
Regulación del trabajo inteligente
Sobre el trabajo inteligente, Mallia dijo que la pandemia ha llevado a los empleadores a una nueva normalidad, ya que antes de la crisis de salud «menos del 5% de los empleados trabajaban desde casa regularmente y menos del 10% ocasionalmente».
Hoy en día, “más de un tercio de los empleados han estado trabajando únicamente desde casa”, dijo, y agregó que el teletrabajo “tiene que adaptarse a las necesidades de cada negocio específico”
Por el momento, explicó Mallia, el trabajo inteligente está “amparado por la legislación vigente en materia de jornada laboral, salud y seguridad, antidiscriminación y conciliación de la vida laboral y familiar”. También existe un “acuerdo marco a nivel de la UE de los interlocutores sociales que se ocupa específicamente del teletrabajo. Los acuerdos se están implementando a nivel nacional, sectorial y de empresa de diversas formas”.
Su propuesta es “animar a las empresas a invertir en nuevos métodos de trabajo”.
“La UE y sus estados miembros deben garantizar un entorno empresarial favorable y ayudar a establecer buenas condiciones de teletrabajo a través de la inversión en infraestructura digital, educación y formación, e investigación e innovación, pero debemos evitar introducir una regulación restrictiva y rígida, que desalienta la innovación y dificulta la solución específica del lugar de trabajo y del sector”.
Digitalización y trabajo
“Los sistemas nacionales de educación y capacitación deben modernizarse rápidamente para anticipar y brindar habilidades y competencias relevantes para las necesidades de los mercados laborales actuales y futuros”, dijo Mallia, refiriéndose a la necesidad de enfrentar adecuadamente el desafío de la transición digital.
“Por ejemplo, ya están surgiendo nuevas necesidades en términos de empleos y habilidades en el sector de la salud. A medida que surjan nuevas industrias o evolucionen las actuales, habrá más y más demanda de las habilidades que vienen con estas industrias”.
Según Mallia, “la formación profesional dual o los aprendizajes deberían promoverse y desarrollarse mejor a nivel de los estados miembros”, prestando especial atención “a STEM (ciencia, tecnología, ingeniería, matemáticas) y habilidades digitales”.
Sin embargo, desde el punto de vista de Mallia, existen varias iniciativas que se pueden promover a nivel de la UE, como “promover la digitalización de las empresas europeas, a través de un cuadro de indicadores específico que permita a las empresas comparar su grado de digitalización, con el objetivo general de aumentar la competitividad ”.
Otro desafío sería promover las posibilidades de formación transfronteriza y movilidad intraeuropea, dijo.
Seguimiento de las propuestas del CoFoE
Mallia dijo que los ciudadanos habían instado claramente a la UE a mejorar el medio ambiente, las condiciones laborales y educativas, aumentar los ingresos y mejorar los «derechos familiares, la igualdad de género y, muy importante, la vivienda».
Comentando las recomendaciones hechas por los ciudadanos durante la Conferencia sobre el Futuro de Europa (CoFoE), Mallia dijo que “debemos tener en cuenta estas propuestas, pero también subrayar que la prosperidad económica y el cuidado del bienestar de las personas deben ir de la mano”.
“Creo firmemente que para poder cumplir con las solicitudes de los ciudadanos, también debemos tener propuestas que nos permitan construir una base económica más sólida que genere suficiente bienestar económico para permitir las medidas sociales que tanto desean los ciudadanos” .
Mallia también pidió una “transparencia total del proceso de redacción”, explicando a los ciudadanos “cuáles de sus propuestas ya se están implementando, cuáles se pueden incorporar en el marco de los Tratados actuales y cuáles requerirán un cambio de tratado y cuándo se previsto que tal cambio pueda ser contemplado”.
Mallia evaluó positivamente el trabajo de los ciudadanos en el CoFoE y dijo que habían demostrado un compromiso que merece “total respeto”.
“Lo que tengo claro es que los resultados de la Conferencia tienen que ser realistas y manejables y evitar poner cargas innecesarias a las empresas. La pandemia y la guerra en Ucrania han dejado enormes cicatrices en el panorama económico, y muchas empresas tardarán mucho en recuperarse”, cree Mallia.
[Edited by Zoran Radosavljevic/Alice Taylor]
