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El gobierno chino acusó el lunes a Estados Unidos de violaciones de derechos humanos luego de que la policía disparara contra un inmigrante congoleño que vivía en el estado estadounidense de Michigan.
Wang Wenbin, portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores de China, dijo que la muerte de Patrick Lyoya el 4 de abril era evidencia de aún más violencia armada en una nación plagada de ella.
“Expresamos una profunda preocupación por el deterioro de las condiciones de los derechos humanos en EE. UU.”, dijo Wang a los periodistas durante la rueda de prensa diaria del ministerio.
“Hay hechos más que suficientes que muestran que la discriminación racial, los delitos relacionados con armas y la violencia en las fuerzas del orden no existen en forma de casos aislados y esporádicos, sino que son problemas persistentes y sistémicos en los EE. UU.”
Lyoya, de 26 años, huyó de la República Democrática del Congo en 2014 y se llevó a su familia con él para escapar de la violencia en su país natal. Vivía en la ciudad de Grand Rapids, donde un oficial de policía le disparó en la cabeza durante una parada de tráfico que derivó en un forcejeo.
El lunes, el gobernador del estado se reunió con los padres de Lyoya, que también viven en Michigan. La reunión se produjo en medio de crecientes protestas por la muerte de Lyoya.
Eso ha dejado a los chinos para criticar a EE. UU. en materia de derechos humanos, incluso cuando Beijing desvía la atención de su propio historial de derechos humanos, un objetivo frecuente de los funcionarios estadounidenses.
“Estados Unidos se está convirtiendo en un país afectado por la violación sistémica de los derechos humanos”, dijo Wang. “Por lo tanto, no está en condiciones de hacer comentarios irresponsables sobre las condiciones de los derechos humanos en otros países”.
