Nicaragua expulsa misión de la OEA de su territorio
El régimen nicaragüense del exlíder sandinista Daniel Ortega anunció este domingo que la delegación de la Organización de Estados Americanos (OEA) había sido despojada de sus credenciales diplomáticas y, por lo tanto, expulsada del país.
El canciller de Nicaragua, Denis Moncada, explicó que la decisión se tomó porque la OEA no contribuye a la unión de la región, ni respeta la soberanía y autodeterminación de los pueblos.
“Este diabólico organismo tampoco tendrá oficinas en nuestro país. Su sede ha sido cerrada. Nicaragua no es colonia de nadie”, dijo Moncada.
“Comunicamos que Nicaragua expulsa a la Organización de los Estados Americanos, el pueblo y el Gobierno han denunciado y siguen denunciando la vergonzosa condición de uno de los instrumentos políticos de intervención y dominación del Departamento de Estado de Estados Unidos, mal llamado OEA”, agregó Moncada.
En línea con la decisión de salida de la OEA de Managua del 19 de noviembre de 2021, “también comunicamos que a partir de esta fecha dejamos de ser parte de todos los mecanismos engañosos de esta monstruosidad: Consejo Permanente, Comisiones, Reuniones, Cumbres de las Américas ,» continuó.
”Retiramos las credenciales de nuestros representantes, los compañeros: Orlando Tardencilla, Iván Lara y Maicol Cambell, no tendremos presencia en este instrumento diabólico (…) Tampoco tendrá sede en nuestro país esta infame organización. Su sede ha sido cerrada. Nicaragua no es colonia de nadie”, explicó también el ministro nicaragüense.
“Hemos repudiado este instrumento de administración colonial que no representa la unión soberana de nuestra América Caribe y es un instrumento yanki para violar derechos e independencia, auspiciando intervenciones e invasiones, legitimando golpes de Estado en diversas modalidades”, elaboró el funcionario nicaragüense. .
”Ratificamos nuestro respeto, cariño y reconocimiento a Cuba y Venezuela, así como a los pueblos que libran sus luchas y nos han acompañado (…) Nos sentimos libres de las reiteradas insolencias de los empleados del Departamento de Estado yanqui que representan el servilismo, el lacayo, la entrega, la decadencia de una institución reducida a la servidumbre del yanqui”, señaló también Moncada.