En cambio, el presidente ruso usó su discurso para mezclar la historia con el presente, confiando en el nacionalismo ruso en sus fiestas más patrióticas para justificar su guerra.
En su reverencia por los héroes de guerra soviéticos que ayudaron a derrotar a la Alemania nazi en la Segunda Guerra Mundial (razón por la cual Rusia celebra el Día de la Victoria), Putin se refirió a las nuevas amenazas nazis en Ucrania, repitiendo su justificación infundada de la invasión como una operación para «desnazificar» a los nación.
En referencia a la amenaza de las tropas de la OTAN en Europa, Putin dijo: «Todo indicaba que un enfrentamiento con neonazis, banderistas [Ukrainian nationalists]con quien contaban Estados Unidos y sus socios más jóvenes, sería inevitable».
«El peligro aumentaba cada día. Rusia repelió esta agresión de forma preventiva. Esta fue la única decisión correcta, y fue una decisión oportuna. La decisión de una nación independiente, soberana y poderosa», dijo.
Putin tenía pocas opciones más que usar su discurso para seguir vendiendo su guerra a su propia gente. Después de todo, tiene muy pocos éxitos en Ucrania de los que presumir. Todo lo que puede hacer ahora es mantener a los rusos de su lado mientras sufren las dificultades económicas de las sanciones paralizantes y el aislacionismo internacional.
La pregunta ahora es si Putin usará este día, o incluso esta semana, para intensificar la guerra de otras maneras.
Existe una creciente preocupación de que las fuerzas rusas recurran nuevamente a las armas de enfrentamiento (ataques aéreos y misiles de largo alcance, por ejemplo) que pueden dispararse desde lejos, como suelen hacer cuando están a la defensiva. Eso es preocupante, ya que esos ataques son indiscriminados y tienden a causar un gran número de víctimas civiles. Un bombardeo de una escuela en Lugansk, al este de Ucrania, que se teme que haya matado al menos a 60 personas que se refugiaban durante el fin de semana, es solo un ejemplo.
Después del fracaso de Rusia para tomar territorio en el norte de Ucrania y alrededor de la capital, Kiev, está luchando incluso en el este y el sur, donde ha tenido presencia a través de los rebeldes prorrusos durante años. La posibilidad de que Rusia no gane nada, o muy poco, en Ucrania es real.
Ya sea que algo cambie este Día de la Victoria o no, inevitablemente será necesario escribir pronto un nuevo capítulo en la guerra.
Anna Chernova de CNN contribuyó a este informe.