Puertos del sur de Brasil y Montevideo se han convertido en hubs de exportación de drogas
La incautación por parte de la policía brasileña de 136 kilos de cocaína en un barco atracado en el puerto de Rio Grande, estado de Rio Grande do Sul, indica claramente la existencia de una ruta internacional de tráfico de drogas, en el sur del país y el vecino Uruguay.
El diario Correio do Povo informó que la facción criminal Primeiro Comando da Capital (PCC), con sede en São Paulo, encontró formas de enviar cocaína en puertos como Santos (São Paulo), Itajaí (Santa Catarina) y Paranaguá (Paraná).
En abril pasado, la Policía Federal de Brasil fue informada del decomiso de 333 kilos de cocaína en Montevideo, Uruguay, provenientes del puerto de Rio Grande. Las investigaciones arrojaron que la droga, originaria de Colombia, tenía como destino los puertos de Río Grande y Montevideo. Una fracción del busto habría sido para abastecer el mercado local, y el resto redirigido a otros países.
El tráfico internacional de drogas dominado por el PCC comienza en los cultivos de coca en los países andinos y continúa por rutas terrestres, fluviales y aéreas hasta Brasil. Luego, la cocaína llega a los principales puertos brasileños para ser enviada a Europa y Asia.
En marzo de este año, la Policía Federal y la Receita Federal de Brasil realizaron dos operativos para desmantelar organizaciones criminales especializadas en el tráfico internacional de drogas entre Brasil y Europa, desde el puerto de Paranaguá, en Paraná.
El trabajo de investigación señaló que la cocaína era introducida por buzos en el compartimento sumergido de los barcos o escondida en contenedores sin el conocimiento del exportador, escondida dentro de cargamentos legales de mercancías.
En el incidente de la semana pasada la Policía Federal de Brasil constató que dos buzos habían colocado la cocaína en un barco que navegaba con bandera de las Islas Marshall, procedente de Argentina, y que tenía como destino precisamente el Puerto de Las Palmas en España. Finalmente, la embarcación quedó amarrada en una terminal del puerto de Río Grande.
Con el apoyo de la Marina de Brasil, la droga fue localizada sumergida, en un compartimento del casco del barco, por debajo de la línea de flotación, técnicamente llamado “sea box”, empacado en bolsas. Hay una investigación en curso para tratar de identificar a los involucrados.