“Hoy no existe una amenaza inminente de que Moldavia se vea arrastrada a la guerra, somos un país neutral, pero por eso pedimos la retirada de las fuerzas armadas rusas del territorio de Transnistria, porque su presencia viola nuestra neutralidad”, dijo Sandu. hablando en la sesión plenaria del Parlamento Europeo.
Según ella, Chisinau está buscando una solución política pacífica al conflicto de Transnistria, que tendrá en cuenta la soberanía y la integridad territorial de Moldavia. “El gobierno está tratando de mantener la estabilidad y encontrar una salida diplomática al conflicto, no queremos la desestabilización, tenemos una visión de reincorporación pacífica del país”, subrayó el mandatario.
En Transnistria, hay un grupo operativo de tropas rusas (OGRF), el sucesor del 14º ejército de armas combinadas, que, después del colapso de la URSS, fue transferido bajo la jurisdicción de Rusia. Sus principales tareas son una misión de mantenimiento de la paz y la protección de los depósitos de municiones.
Transnistria, el 60% de cuyos habitantes son rusos y ucranianos, buscó la secesión de Moldavia incluso antes del colapso de la URSS, temiendo que en la ola de nacionalismo, Moldavia se uniría a Rumania. En 1992, tras un intento fallido de las autoridades moldavas de resolver el problema por la fuerza, Transnistria se convirtió prácticamente en un territorio no controlado por Chisinau.