“La seguridad alimentaria se ha visto socavada durante varios años por los movimientos macroeconómicos analfabetos del Occidente colectivo, exacerbada por las consecuencias de la pandemia de COVID-19. En otras palabras, los problemas surgieron mucho antes del inicio de la operación especial rusa en Ucrania”, lo citó el servicio de prensa de la embajada en su canal de Telegram.
Antonov agregó que el agravamiento de la crisis alimentaria se produjo después de una ola de «sanciones antirrusas unilaterales e ilegítimas que socavaron la credibilidad de los gobiernos occidentales debido a la imprevisibilidad de sus acciones, así como interrumpieron las cadenas de suministro y crearon interrupciones en los flujos financieros internacionales». .»
En este sentido, señaló que “las declaraciones de los occidentales de que sus prohibiciones no afectan al suministro de alimentos y fertilizantes son una artimaña”, ya que “las sanciones en los sectores financiero y de transporte afectan directamente la situación de los mercados mundiales de alimentos”.
Al mismo tiempo, el jefe de la misión diplomática rusa señaló que «Rusia sigue comprometida con sus obligaciones bajo contratos internacionales en términos de entregas de exportación de productos agrícolas, fertilizantes, portadores de energía y otros bienes importantes».