La oposición de México está en camino de perder cuatro gobernaciones estatales ante el partido gobernante después de las elecciones del domingo, lo que desacelera su reciente impulso contra el presidente populista del país y complica su camino hacia la victoria en las principales elecciones de 2024.
Morena, que fue fundada por el presidente andres manuel lopez obrador en 2011, ahora tendrá casi dos tercios de las gobernaciones del país y con sus aliados la mayoría de las legislaturas estatales, así como mayorías simples en ambas cámaras del congreso.
Tras derrotar a Morena reforma energética radical en la cámara baja a principios de este año, algunos analistas políticos creían que la oposición unificada podría seguir cobrando impulso. Pero los resultados preliminares del domingo sirven como indicador de la opinión pública y muestran que el grupo de partidos anteriormente rivales está luchando para convertir las ganancias en el Congreso en resultados electorales.
“Esto fortalece la narrativa de Morena. . . que son poderosos”, dijo Francisco Abundis, del grupo de encuestas Parametria, quien señaló que los conteos rápidos mostraron que Morena probablemente ganó por más de 30 puntos porcentuales en dos estados. “[The opposition] deberían estar preocupados, no solo porque perdieron las gubernaturas como se esperaba, sino por los márgenes”.
Las papeletas son la última prueba electoral amplia antes de 2024, cuando el país realizará elecciones en todos los niveles de gobierno, incluida la presidencia. El presidente está limitado a un período, pero el dominio de Morena a nivel estatal se mantendrá darle ventajas en términos de recursos y visibilidad para ayudar a ganar al sucesor elegido por López Obrador.
Los seis estados en juego el domingo estaban todos en manos de la oposición. En el norte de Durango y en el centro de Aguascalientes la oposición logró mantenerse en el poder. El estado sureño de Oaxaca y la meca turística de Quintana Roo, hogar de los centros turísticos de Cancún, se inclinaron hacia Morena. El partido también ganó en Tamaulipas, que hace frontera con Estados Unidos y es conocida por tener una amplia presencia de cárteles de la droga.
La fuerza electoral perdurable de Morena a pesar del débil crecimiento económico se debe en parte a la identificación de los votantes con el presidente, que tiene índices de aprobación de casi el 60 por ciento. Su agenda idiosincrásica ha casado la austeridad fiscal extrema con la retórica combativa antiempresarial y las decisiones regulatorias que benefician a las empresas estatales.
Los partidarios elogian sus demostraciones personales de austeridad y creen que está defendiendo a los más pobres del país, mientras que sus críticos dicen que ha atacado instituciones frágiles y representa un riesgo para de mexico democracia relativamente joven.
El cambio de poder destacado por la victoria electoral de Morena en 2018 transformó la política mexicana y debilitó significativamente al Partido Revolucionario Institucional (PRI), que gobernó ininterrumpidamente durante 70 años hasta el 2000. El estado de Hidalgo, que también ganó Morena el domingo, fue gobernado por el PRI y sus predecesores desde la fundación del partido en 1929.
Ahora tiene solo un puñado de las 32 gobernaciones, dos de las cuales están previstas para elecciones el próximo año.
Morena ha logrado recrear parte del dominio del PRI, pero con la diferencia clave de que las elecciones actuales son democráticas, dijo Arturo Sánchez Gutiérrez, profesor de política en la universidad Tec de Monterrey y exmiembro de la junta de la autoridad electoral.
“Tenemos un mapa que se parece mucho al sistema político que tenía México antes de su transición a la democracia”, dijo, destacando la fuerte mayoría de Morena. “Ese es el desafío democrático que tiene el país”.
Tanto la coalición gobernante como la de oposición deberán mantener la unidad en sus campañas para ganar dentro de dos años, dijeron analistas. El canciller Marcelo Ebrard y la alcaldesa de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum, los principales candidatos de Morena, ya recorren el país en busca de votos. El líder del Senado y también candidato de Morena, Ricardo Monreal, advirtió que el proceso para elegir al próximo candidato debe ser transparente.
Entre la oposición tripartita, aún no ha surgido un líder claro o un candidato potencial. En otro golpe, el centroizquierdista Movimiento Ciudadano dijo el domingo que no se uniría a la alianza por los votos para gobernadores estatales en 2023.
“La oposición no ha logrado construir una narrativa alternativa y mucho menos posicionar a sus candidatos”, dijo Sánchez Gutiérrez. “Ese es quizás el mayor desafío que tendrán en los próximos dos años”.