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NUEVA YORK: El precio promedio de la gasolina premium en la bomba superó los US$5 el galón por primera vez en Estados Unidos, informó el sábado (11 de junio) la Asociación Estadounidense de Automóviles (AAA).
Ese nivel récord, que se suma a meses de inflación vertiginosa, representa la última mala noticia para el presidente Joe Biden, a solo cinco meses de las cruciales elecciones intermedias.
Hace un año, el precio promedio de la gasolina en EE. UU. era de solo US$3,07; desde entonces se ha disparado en un 62 por ciento.
Si bien los europeos se han acostumbrado durante mucho tiempo a pagar mucho más en la bomba, los impuestos a la gasolina en EE. UU. son más bajos, lo que deja a los estadounidenses amantes de los automóviles conmocionados por el aumento de los precios.
El aumento en los precios de la gasolina sigue a un aumento constante en los precios del petróleo, que se desplomaron en los primeros días de la pandemia de COVID-19 cuando la demanda disminuyó, pero han vuelto a subir a medida que se reanuda la actividad económica mundial.
Los precios del petróleo se dispararon aún más después de que Moscú invadiera Ucrania a fines de febrero, y cuando las sanciones internacionales contra Rusia, un importante productor de petróleo, comenzaron a hacer efecto.
Un barril de crudo se vende actualmente por más de US$120 tanto en Londres como en Nueva York.
Los precios generales de la energía en EE. UU. en mayo fueron casi un 35 por ciento más altos en comparación con el mismo mes en 2021, según datos del gobierno.
Esto ha contribuido al aumento general de los precios al consumidor de EE. UU., que aumentaron un 8,6 por ciento en mayo con respecto al año anterior, un récord de 40 años.
A medida que se acerca la temporada de vacaciones de verano, los estadounidenses, con su larga historia de amor por los grandes vehículos que consumen mucha gasolina, pueden esperar que los precios de la energía aumenten aún más.
Eso aumentará aún más la presión sobre los consumidores que ya luchan con los precios más altos de los alimentos (un 10,1% más en mayo), la vivienda, los automóviles y la atención médica.
Todo esto complica la posición de Biden. Durante meses, ha tratado de asegurarles a los estadounidenses que su administración está haciendo todo lo que está a su alcance para reducir los precios sin descarrilar la recuperación económica.
Pero en noviembre, los estadounidenses votan para elegir a todos los miembros de la Cámara de Representantes y un tercio de los senadores, y las encuestas muestran que los votantes enumeran la economía, la inflación y los altos precios de la gasolina como sus principales temas.
El viernes, el presidente volvió a arremeter contra la industria petrolera estadounidense, advirtiéndole en un comunicado que «no debe usar el desafío creado por la guerra en Ucrania como una razón para empeorar las cosas para las familias con ganancias excesivas o aumentos de precios». «
