El martes, la Comisión de Presupuestos aprobó la solicitud de Grecia de financiación de la Fondo Europeo de Adaptación a la Globalización para Trabajadores Desplazados (EGF). En su decisión, los eurodiputados reconocen que “el gasto en nuevos electrodomésticos en Grecia se vio fuertemente afectado primero por la crisis económica de 2008 a 2016 y segundo por la pandemia de COVID-19”.
Los motivos de los despidos incluyen escasez de suministro doméstico de componentes eléctricos, altos costos de producción, dificultades para adaptarse a la digitalización y automatización de los procesos productivos.
El apoyo a los trabajadores despedidos incluirá servicios de asesoramiento y asistencia individual para la búsqueda de empleo, capacitación en habilidades digitales y formación profesional personalizada, que conduzca a una certificación, cuando sea posible, o apoyo para obtener títulos de educación superior. Los participantes también pueden recibir asesoramiento sobre cómo iniciar su propio negocio junto con una subvención inicial de hasta 22.000 €.
El coste total estimado de estas medidas es de unos 1,8 millones de euros, de los que el FEAG cubrirá el 85 % (1,5 millones de euros). El Programa de Inversión Pública del Ministerio de Economía y Desarrollo de Grecia financiará el 15% restante.
El proyecto reporte por el ponente Bogdan Rzonca (ECR, PL) recomendando que el Parlamento apruebe la ayuda fue aprobada por 29 votos, 1 en contra y ninguna abstención. La votación en el Pleno tendrá lugar el 23 de junio en Bruselas.
Fondo
bajo el nuevo Reglamento FEAG 2021-2027, el Fondo seguirá apoyando a los trabajadores y autónomos cuyo trabajo haya cesado. Las nuevas reglas permiten brindar apoyo a un mayor número de personas afectadas por la reestructuración de sus trabajos o sectores: todo tipo de eventos de reestructuración importantes inesperados son elegibles para recibir apoyo, incluidos los efectos económicos de la crisis de COVID-19, así como mayores tendencias económicas como la descarbonización y la automatización. Los estados miembros pueden solicitar financiación de la UE cuando al menos 200 trabajadores pierden su trabajo dentro de un período de referencia específico.